domingo, 27 de febrero de 2005
Historias VitalesJose Luis es argentino y tiene 24 años. A pesar de su edad, lleva años casado, algo que no es muy común en los tiempos que corren. A juzgar por su actitud, nadie lo diría; apenas habla de su esposa, no cuenta con ella para tomar decisiones. Sin ir más lejos le han ofrecido el traslado a España por 6 meses, y él ha accedido de inmediato. "En pleno corralito, es la mejor opción que tengo, el dinero nos vendrá muy bien, las dietas internacionales son muy jugosas, y en España estaré a gastos pagados".
En el trabajo, Jose Luis es igual en España que en Argentina: es muy autónomo, demasiado teniendo en cuenta que su trabajo tiene un alto componente de esfuerzo en equipo. Pero si algo caracteriza su comportamiento es la tranquilidad. En momentos de histeria colectiva, en el que todos van y vienen gritando y el pánico se adueña de la oficina, él está allí, al fondo, impasible, tecleando en su ordenador. Quizá esté buscando en internet alguna tienda donde poder conseguir discos extraños de Joaquín Sabina que se pagarán con su peso en oro allá en Argentina, o puede que esté decidiendo a qué parte de España irá el próximo fin de semana, que esta oportunidad de conocer el país es única...
Al cabo de los seis meses, Jose Luis regresa a Argentina con mejores expectativas vitales que las que tenía a su marcha.
Pero su mujer ha decidido abandonarle, ya no soporta más su tranquilidad; tiene la impresión de ser invisible para él.
Pero Jose Luis no se va a alterar tampoco por esto. Sólo piensa en escanear pronto las fotos que ha traído de España para enviárselas a sus nuevos amigos allá en la península, y se pregunta cuándo será la próxima vez que podrá verlos en persona.
