miércoles, 2 de marzo de 2005
No quiero trabajar (II)
Pero el humor que no falte:
Como sabéis, hace dos semanas me llamaron para ofrecerme un trabajo, a pesar de que yo ahora no estoy buscando ya que me interesa más centrarme en estudiar. Ya que me llamaban sin yo estar interesado, pensé "a muerte", y por teléfono le comenté a una tal Virginia que me interesaba, pero que sólo tenía libres la mañanas. Como era una oferta para trabajar de informático, seguramente sería a jornada completa, es decir, unas 43 horas semanales. Ante mi sorpresa, al día siguiente Virginia me llama diciendo que estaban de acuerdo, que si sólo quería estar por las mañanas, pues perfecto; a la semana siguiente
el Claudio tenía una entrevista con la empresa.
Ante esta situación, después de 11 meses sin visitar una peluquería, creí conveniente que habría que arreglarse un poco; esas cosas son muy importantes para trabajar (lo de la imagen, digo) El problema es que no me lo cortaba desde el año pasado, cuando acabé una relación, con mi ex. Eso de cambiar de look tras un desengaño es una técnica que le he copiado vilmente a las mujeres, porque está comprobado que el cambio de look es un reflejo del cambio en la mentalidad de la persona. Después de teminar con tu pareja, tiene que haber un cambio radical en tu vida, porque si no, la otra parte piensa que no has cambiado, que sigues siendo el mismo gilipollas, o aún peor, aún la sigues queriendo y/o deseas volver con ella.
En fin, el caso es que ha pasado una semana y Virginia no me ha vuelto a llamar para la dichosa entrevista. Estoy hasta los cojones de llevar el móvil, un boli y un papel siempre encima, al gimnasio, al mercado, cuando me ducho, cuando hago de vientre....
Así que he decidido aplicar otra técnica también plagiada a las mujeres. Ellas ponen ultimatums. "O me besa esta noche o le mando a tomar viento" "O me pide que me case con él en esta cita o me lío con mi jefe". Y ya puedes dar el paso al día siguiente, que si el plazo ha vencido, estás perdido.
Como hoy no me ha llamado, he decidido dejar el móvil y tener un poco de intimidad. Que me llame si quiere. Si se lleva la impresión de que no tengo interés en el curro, pues qué se le va a hacer. A fin de cuentas es cierto...
Lo que más me jode es que confié en Virginia, y anticipándome a la entrevista, fui a cortarme el pelo. 1 hora en la cola y 10€ tirados a la basura, los cuales debería exigir a la empresa que me pagaran en concepto de daños y perjuicios. Y lo peor es que no puedo permitir encontrarme en la calle con mi ex y su nuevo novio con el mismo look que tenía cuando lo dejamos: hasta que vuelva a crecerme el pelo, voy a tener que dejarme la perilla.
Claudio ::
miércoles, 2 de marzo de 2005 a las 9:19 p. m. ::

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