martes, 26 de abril de 2005
Duérmete. Estoy aquí para aliviarte la noche.

Llego acaso derrotado de estudiar a eso de las 2 de la tarde. Recojo el correo. Un sobre gigantesco, sin marcas ni remite, matasellos de Madrid ¿? a mi nombre, pero a mi nombre profesional. Sólo podía provenir de un sitio. ¿Qué querrán ahora de mí estos de C_o_r_i_t_e_l, si hace un año que dejé el trabajo? No sé si abrirlo, tardo 2 pisos en hacerlo (vivo en un cuarto). Ahhhhhhh vale, que es que tenían que enviarme la información fiscal de los 5 meses trabajados en 2004 (no pienso hacer la declaración, estaría bueno, pero es un detalle que me la envíen, además vuelvo a sentir ese gusanillo de ver a final de mes la nómina, hacer cuentas, ver cuántos
meses años más sería conveniente esperar para meterme en una hipoteca, o ver que realmente trabajar en Madrid fue una decisión acertada, en vistas a las dietas que cobré...)
Al llegar a casa me río por la tontería de la carta y encuentro a Juan Pablo. Juan Pablo es un compañero de carrera de Nacho que terminó el curso pasado, con lo cual regresó a su ciudad natal, después de años y años siendo un asiduo de nuestro piso de estudiantes, preparando proyectos, entregas y enormes planos de Autocad. Hoy ha vuelto puntualmente para consultar detalles de su proyecto fin de carrera, y por eso se ha pasado por el piso. Hacía casi 2 años que no le veía.
Es alegre observar que hay gente con mejor suerte que la mía :)
Pd1. Si supieras cómo se me desgarra el alma cada vez que te veo, lo que siento, serías misericordiosa y no te permitirías esta cercanía.
Pd2. Lloras cuando te llega la noticia de que ahora vago por las calles borracho, abrazado a tu recuerdo, hecho jirones cual ánima desamparada. ¿Por qué lloras? ¿Por qué dices que no me deseas ningún mal? Si querías lo mejor para mí ¿por qué me abandonaste?
Pd3. Y la verdad, es que te quiero en el olvido...
Claudio ::
martes, 26 de abril de 2005 a las 1:16 a. m. ::

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