domingo, 8 de mayo de 2005

Sólo a veces

Hace casi 2 años que ninguna mujer le dice a Jonás "quédate conmigo esta noche". La última vez que tuvo una cita con alguien fue un año atrás. Hace meses que ninguna mujer le acaricia los labios con lo suyos.
En muchas ocasiones se congratula por ello, por no hacer partícipe a terceras personas, personas llenas de infinita bondad y sensualidad, de su mala suerte. Por no hacerla a ella también víctima anexa de sus errores. Para no contagiarla con su pesimismo.
Para que si alguien ha de caer, que sea sólamente él y nadie más. Para que no haya enfados. Para que no haya cejas levantadas, ceños fruncidos ni lágrimas en las almohadas. Manos en los rostros. Para que no haya remordimientos, cavilaciones, mentiras ni desengaños.
Para que no haya más despedidas.
Pero a veces, y sólo a veces, añora. Echa de menos los codazos en el cine, una mano en la rodilla o una patada bajo la mesa. Alguien en el asiento del copiloto, la fragancia de un perfume en sus manos o un mensaje en el móvil. ¿Qué sería de las carcajadas en armonía, las caídas en la cama, embriagados, y los sonidos de los tacones por su habitación?
Los susurros, el sentir los roces de su párpados en la mejilla, las cosquillas de su pelo en el semblante.

Claudio :: domingo, 8 de mayo de 2005 a las 7:41 p. m. :: 2 comentario(s)

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