viernes, 22 de julio de 2005
Sex & the City

Pues sí, ayer al fin terminé de zamparme todo lo habido y por haber de la serie. Han sido 6 temporadas,
2 making-offs con algunas tomas falsas y 3 finales alternativos.
El final tampoco es que sea supermaravilloso (quizá un poco forzado), en realidad hay que verlo como parte de un todo absolutamente genial. Eso sí, hay una frase al final que me ha gustado mucho, y que retrata también un poco algo con lo que estoy totalmente de acuerdo. Y es que dice la protagonista que a pesar de todas las complicaciones (e implicaciones) que pueden acarrear las relaciones con los demás, quizás la relación más complicada es la que se mantiene
con uno mismo.
Y cuán verdad... Yo siempre he pensado que antes de poder dar, poder hacer feliz, poder entregarte a alguien, hay que saber hacerse feliz a uno mismo, y mucho más aún, saber recibirlo de uno mismo. Sólo así podrás después proyectarlo hacia los demás, y en su caso recibir esa energía positiva de parte de alguien.
Vamos, que pienso que cuando se asimile y se acepte la absoluta soledad y aislamiento, entonces se está preparado para vivir en compañía. Y no antes. Frases como "
alguien que me haga feliz" me parecen patéticas: ¿quiere decir eso que eres incapaz de ser feliz por ti mismo/a?
Bueno, pero volviendo al tema de la serie, pues eso, que ahora que ya no hay nada más que ver, se me hace un poco raro seguir adelante... me va a faltar algo.
La descubrí allá por agosto de 2002, un jueves, llevaba apenas unos meses trabajando y por eso no tenía vacaciones. Después de volver de juerga por Sevilla, pude ver un episodio que hablaba sobre el
ritual de la mamada. En fin no os cuento más. Y es que a mi me encantan las historias que hablan claramente, igual que las conversaciones que mantenemos tú y yo en un desayuno cualquiera con amigos, sin cámaras. Y si se hace con ingenio, simpatía y sin caer en la grosería, pues ahí tienes la combinación perfecta. Películas como
La última noche,
Las reglas del juego, etc son imprescindibles.
Y poco a poco me fui enganchando hasta que he visto todos los capítulos, y digo que engancha por sus guiones, totalmente sacados de la vida real y con los que te sientes identificado, su estética, la música, los exteriores... en fin.
Menos mal que los capítulos siempre estarán ahí, y quizás de vez en cuando me dé por volverlos a ver poco a poco, de noche, en mi cuarto, como a mí me gusta. O quizá puede que no se cumplan mis máximas anteriores y llame a mi puerta una persona especial auténtica fan de la serie y volvamos a ver los capítulos los dos juntos poco a poco, algún que otro viernes por la noche.
Lo que es seguro es que tengo una cita con las 4 chicas allá por los 35-36 años, cuando se me haya
pasao el arró; será entonces cuando la serie será mi auténtico gurú, y encuentre en ella todas las respuestas que necesite y las razones para estar orgulloso de mi soledad.
Claudio ::
viernes, 22 de julio de 2005 a las 11:08 p. m. ::

-------------------------------------