martes, 28 de febrero de 2006

Lo que son las cosas

Al final por un pequeño contratiempo he vuelto a posponer el retorno a Sevilla. Así que dentro de una hora escasa cojo el coche, con lo que eso de viajar de día, por el momento, nada de nada.
Lo malo es que me he perdido el pequeño compromiso social que tenía, así que según me cuenten, si hay algo digno de mención (casi seguro que sí), pues ya lo relataré (o no).
La paranoia del día:
Pensaba yo que vosotras, mujeres, siempre podréis echar mano del tópico, como última esperanza (esperanza al fin y al cabo) del socorrido Príncipe Azul que venga a galope en su blanco corcel, ante lo cual lo único que tenéis que hacer es derramar vuestra frondosa cabellera por la almena del castillo y esperar.
¿Por qué no existe el ente Princesa Azul (o quizá rosa) que acuda en mi ayuda y salvación? ¿Por qué si me quedo esperando puedo esperar sentado? Y después os quejaréis...
Lo bueno de esto es que como no creo en príncipes azules ni mujeres de la vida pues ni me quedo sentado esperando ni aspiro nunca (Dios me libre) a ser el príncipe azul salvador de nadie; que aquí el que no corre vuela, así que sálvese quien pueda.

Claudio :: martes, 28 de febrero de 2006 a las 10:12 p. m. :: 1 comentario(s)

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