domingo, 12 de febrero de 2006
La crítica gástrica
En vistas a mi reciente y estrepitoso fracaso académico, he andado unos días pensando en otras posibles ocupaciones profesionales alternativas que tendré en la recámara por si el día de mañana me veo en la obligación de darme por vencido en esto de los libros. Una posible profesión que me ha rondado bastante por la cabeza sería la de viajero. ¿Habéis visto los documentales tan chulos que ponen en el
canal VIAJAR que básicamente son rutas de viaje por todo el mundo? A veces también lo ponen en los documentales de la 2, en vez de los leones matando a la pobre gacelilla...
Joe, eso sí que es vida, no sólo viajas
de gratis, conoces gente y sitios extraordinarios, te tratan a cuerpo de rey, sin preocuparte por organizarlo ni porque te vayan a clavar... sino que además
ganas dinero porque es tu trabajo. Joder, así quiero yo también currar.
Ahora en el canal autonómico de Andalucía hay un
tipo que hace una cosa parecida, pero sólo viajando por estas tierras. El otro día vi un capítulo en la que este menda se autodefinía como "Escritor y viajero" cuyo viaje constaba de: deportes de invierno en Sierra Nevada con monitor particular, almuerzo en un restaurante de
dosmil tenedore con el mismísimo chef, fiesta-concierto en un pub nocturno donde se hacía amiguito del cantante y donde no hacía ascos a diversos caldos y brebajes y algún comentario
en off. Joder, si tuviera que pagarse todo eso iba a hacer el viaje
Panete, pero enciama a él
le pagan... Y no quiero ni pensar la cantidad de notas, documentación e inspiración que estará adquiriendo, que luego seguro que se transforman en varios libros de éxito con inversión inicial cero...

... y anda que no es feo ni
ná el
gachón...
Así que amiguitos, si alguien me quiere contratar como "viajero y escritor" ya sabe dónde encontrarme, tengo disponibilidad geográfica mundial y de horario total...
El otro empleo que creo que me iría bien sería, como dice
la Miss, el de crítico
gástrico. Y también como diría ella, voy a hacer mi primera crítica
gástrica para que veáis que sé hacerlo:
Hoy voy a criticar un sitio que se llama "La Eslava" que se encuentra en la calle homónima en Sevilla, junto a un lugar tan emblemático como es la iglesia del Gran Poder. Es un local dividido en dos partes: una sería la zona de restaurante y la otra la zona de tapeo, que es la que voy a criticar.
Es que ayer me dejé caer por allí y me gustó mucho. En primer lugar por su gran variedad de tapitas y particularmente por recurrir a las de toda la vida como son las tapas de potaje de garbanzos (mi amiga M. que está de Erasmus en Italia pasando más hambre que el
perro'un ciego dio buena cuenta de ella, y no es broma) así como pequeñas
exquisiteces como costillas a la miel o el solomillo a la salsa de
eneldo. El trato del servicio es especialmente atento y agradable, a pesar del ambiente estresante por la cantidad de trabajo, los camareros y las camareras nunca pierden la sonrisa y están siempre bromeando y de guasa con los clientes. Y me sorprendió el hecho de que el dueño del local, que normalmente está en la cocina, sale de vez en cuando a dar vueltas por la sala preguntando uno por uno si todo va bien. A mí me pilló en la barra dejando la copa de vino tras el último trago, y sin preguntar ni nada ya me estaba rellenando de nuevo la copa. Así da gusto, joder. Además te ponen unas variedades de postres de confitería absolutamente orgásmicos y te invitan a un chupito de hierbas de
nosequé que es estupendo (yo trinqué dos). Y la verdad es que no te clavan, tienen unos precios bastante curiosos.
La parte negativa: el sitio es extremadamente pequeño (de hecho aunque se permite fumar, la gente no lo hace, porque si fumas ya no tienes sitio para comer) y hay tapas que rápidamente se acaban y ya no las puedes probar.
Ah, y además está a dos pasos de la Alameda, donde puedes seguir tomando tus pelotazos (ayer pillé una curiosa, con tanto vino y un caipiriña que me metí entre pecho y espalda. Además conocí a Mariano, un amiguito de Burgos, teólogo y filósofo que trata de meter en vereda a jóvenes púberes en estos tiempos tan difíciles para la ética... pero eso ya os lo contaré en otro momento :)
Así que si alguien me quiere contratar como crítico gastronómico pues que me mande un correo y gustosamente tendré a bien considerar la opción. Como estoy empezando tampoco te voy a cobrar, basta con que me invites al restaurante de marras :)
Pero vamos, que si quieres que hable bien de cierto local (TU local, por ejemplo) pues por un módico precio... todo se andará.
Claudio ::
domingo, 12 de febrero de 2006 a las 12:34 a. m. ::

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