viernes, 10 de marzo de 2006

Una pequeña inyección de ánimos

Esta mañana he ido a visitar a A. A. es uno de los elegidos que aprobó el FIR hace ya 2 años, y nos ha estado enseñando el servicio de radiofísica del hospital en el que está. Él es un ejemplo que a veces me hace pensar que yo quizá sea capaz algún día de conseguirlo, por lo que cuenta, por el hecho de que no fue especialmente brillante en la carrera.
Según palabras de la que ahora es su mujer (ex-aspirante a FIR, que conoció también en la facultad, y que ahora aspira a ser profesora de secundaria) nunca olvidará aquella imagen de A, que como delegado de clase debía subirse a veces a la tarima del aula... con pantalones cortos, y un calcetín parriba y el otro pabajo. Y es que así es A, un bonachón campechano que va a su bola y pasa de todo... y que es un auténtico genio.
En fin, que nos ha estado enseñando la sala donde trabajan haciendo planificaciones, nos ha presentado a otros residentes y a su adjunto, nos ha hablado del software que utilizan, la experimentación que realizan, nos ha comentado el tipo de detectores y cámaras que usan (y lo que cuestan...)
Después nos ha llevado a dar una minigira para ver maquinaria guapa. Nos enseñó un acelerador monoenergético y otro polienergético, y una unidad de braquiterapia. Después pasamos a la sala de control del PET más moderno que tienen, donde por cierto la enfermera jefe nos trató muy bien y nos dio ánimos. De hecho, antes de presentarnos nos dijo "vosotros dos tenéis pinta de ser estudiantes"...
Así que así hemos echado la mañana. A. nos ha contado también algunos detalles sobre el examen para que los tengamos en cuenta, que yo creo que pueden ser muy útiles (a buenas horas!!).
Por un lado verme ahí en ese ambiente me hace ver lo lejos que lo siento aún, pero también me hace sentirlo palpable. Es bueno recordarme y ver in situ por qué estoy luchando, qué significa lograrlo y qué me perderé si nunca lo consigo.
No sé qué pasará con este sueño. Ya tuve un gran sueño una vez y cuando lo conseguí, al estar inmerso en él, se desmoronó en mis manos y fue destruído. Quizá con éste pudiera pasar lo mismo y tuviera que llegar a cambiarlo. Pero esta mañana me he afianzado en la idea de que a día de hoy es mi mejor opción, que voy a luchar más aun si cabe por él y que realmente ahora es lo que quiero.

Claudio :: viernes, 10 de marzo de 2006 a las 12:19 a. m. :: 3 comentario(s)

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