miércoles, 8 de abril de 2009

Iú-es

Después de una semanita en Chiqui (Iues) ya hay algunas cositas que contar... En realidad hay tanto que contar que no sé si tendré espacio, porque es que cualquier tontería ya me parece digno de contar.
Empezando por el famoso Jet Lag. Cero. Es lo que tiene el ser incapaz de acostarse antes de la una (normalmente las dos), que cuando un día no tienes más remedio que trasnochar, ya no supone un esfuerzo. La diferencia es de 6 horas, y entre unas y otras cosas llegué a mi destino a las 9 y media de la noche hora local, las 3 y media de la madrugada hora española, así que me duché (no cené porque ya lo había hecho en el horario español) y me acosté, siendo buena hora local y a la vez mi hora habitual de hacerlo en España. Así que al día siguiente me levanté a las 9 hora local y ya estaba habituado, cero Jet Lag. Veremos que tal a la vuelta, que viajar al este siempre es peor, además llego a las 8 de la mañana hora local de un domingo, teniendo que currar al día siguiente. Ahora, mola que ese día disfruté de 16 horas seguidas de sol :)
No entraré en detalles sobre la odisea en Boston para pasar la aduana, cambiar de terminal, perder el avión, pedir cambio de billete, explicar in inglish qué es un dosímetro, para qué sirve y que no puede pasar por el detector de rayos X (a no ser que yo también lo haga), y que al final me colocaran en un avión cutre, cutre; nada más faltaban gallinas volando de un lado para otro (fíjate si era cutre que sólo tenía una azafata y era tela de gorda y fea, lo nunca visto).
Lo del coche del alquiler otra historia. Yo pensaba que un coche automático es eso, automático, que se conduce solo. Digo yo... si no hay que cambiar de marcha a marcha... ¿por qué tiene una palanca de cambios con tantas posibilidades como un coche manual? (Y encima más difícil de meter) Bueno, menos mal que para nosotros es fácil adaptarnos (sé que para alguien que sólo conduce coches automáticos es imposible adaptarse a un coche de cambio manual). Y realmente aquí se perdería cierto encanto, pero si tuviéramos a saco coches automáticos se les iba a acabar el cuento a los estafadores de las autoescuelas... Total, que después de leerme las instrucciones, en un día o dos ya le he cogido el truco... ¡y mola!

En cuanto al lugar donde me alojo, pues está muy bien. Es un hotel de la cadena de hoteles de la guarra, y aunque está algo apartado de toda la humanidad, está muy bien equipado; realmente no tiene habitaciones sino suites, con cocina, salón, dormitorio doble y baño; amén de gimnasio, piscina, bufet...
Y de ahí que nos pongan el coche, para poder ir a "algún" sitio. Lo más inmediato es ir a los centros comerciales. Impresionantemente, hay uno cada manzana, tan grandes que hay que coger el coche para ir de una punta a otra del mismo centro comercial, y abren todos los días, hasta los domingos. Aquí esto de consumir es una incitación constante, es como estar en Navidad todo el año, y todo son facilidades a la hora de comprar (y simpatía). En cuanto llegas a caja, siempre te preguntan "¿Cómo está usted señor? ¿Todo bien?" y hasta que no le dices algo no sigue. "¿Qué le parece la tienda? ¿Está todo a su gusto? ¿Todo bien?" Y sólo cuando le contestas empieza a cobrarte. Y por supuesto dos personas para cobrarte, una para ir pasando los productos y otra para empaquetarlo, tú simplemente paga; también todo facilidades, hasta para mí que soy de fuera; en todas partes pagas con tarjeta y tú mismo te lo guisas y te lo comes. Y al terminar, el famoso "Que tenga usted un buen día"...
Así he de confesar que hasta yo he sucumbido a la fiebre consumista. Pero en nuestro caso es ya descarado, porque es que con el cambio de moneda, todo sale aproximadamente un 25% más barato, y todo es una ganga, tanto que no comprar un producto es literalmente "de tontos". Ya me he comprado un antifaz para dormir (imprescindible en Alemania), ropa, perfume, un libro y hasta un GPS, todo a precio de ganga. Verás cuando venga la factura de la tarjeta.
Bueno, pues para mantener el interés lo dejo aquí, y a la próxima seguiré hablando de cosas de aquí: la comida, la música, la televisión, más sobre el síndrome de los husos horarios, anécdotas con el idioma, con la conducción...
Por ahora os dejo con fotos de tonterías que nos molan:

La matrícula de mi coche...

Desayuno con el zumo, la leche y el periódico típicos...

Los semáforos que cuelgan típicos...

La casa típica de madera con jardín...

Los buzones típicos con banderitas y los letreros de tráfico...

La casa típica de madera, con jardín, cobertizo, mecedora y columpio...

Claudio :: miércoles, 8 de abril de 2009 a las 4:56 a. m. :: 1 comentario(s)

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