viernes, 2 de enero de 2015

Asignaturas pendientes

Con la experiencia con la que los años te va dotando, poco a poco he ido desechando ideas que una vez se grabaron a fuego en mi cerebro. Seguramente fueron ideas que yo mismo interioricé como resultado de la educación recibida, los convencionalismos arrastrados durante generaciones o simplemente por la belleza de la idea en sí.
Alguna vez ya hablé aquí que ya había desechado la idea de la existencia del amor de tu vida tal como lo concibe la mayoría de las personas; de que, si existiera, no se encontraría en Baduc, igual que el trabajo de tu vida no está en Infojobs...
Ideas que sólo son verdad en las películas. No existe una frase mágica que de repente le digas a tu ex para que se dé cuenta de que tu amor por ella es el mejor al que puede optar, el más sincero y altruista. No hay frase que le haga cambiar el chip de nuevo. No va a volver contigo. Por mucho que salgas corriendo detrás de su autobús, o que invadas la pista de aterrizaje de su avión, ella no va a volver. Va a seguir su camino en el viaje hacia su nueva vida.
Hace unos años que empecé a ver pequeños indicios que indicaban que estas cosas que solo pasan en las pelis, a veces, en casos muy esporádicos, sí que ocurren en realidad. Por dos veces pude ver como tíos que habían caído de lleno en la friendzone de su gran hamor, tras años de picar piedra y finalmente perder la esperanza cumplieron su sueño de estar junto a ellas. Por dos veces lo vi.
Porque todo el mundo sabe que cuando una tía te ve como su amigo y caes en su friendzone, ya no hay forma de que retroceda para que te vea como posible amante. Salvo en las pelis y en casos muy concretos.
Y sí, yo mismo lo puedo comprobar por mí mismo: lo que cuando para mí, con 17 años y con tal careto e idio[ta]sincrasia era absoluta, objetiva y totalmente imposible, ahora, 20 años después no solo es posible, plausible y conveniente, sino que además soy capaz de vivirlo saliendo airoso.

Ejemplo 1.
Contigo no, bicho
El del careto con 17 años iba a las fiestas del insti. Esas fiestas eran básicamente para lucimiento de los organizadores (que de paso trincaban dinero para ellos, con la excusa de que sería para el viaje de fin de insti), las tiparracas más buenas y populares del insti y.... las camareras del lugar. Las camareras del lugar eran los seres más bellos, perfectos, bien formados... e inaccesibles y creídos del mundo mundial. Para la camarera, purpurina en frente, tetas hasta la garganta, tú no eras más que chusma que quería su paupérrima cocacola o fanta de turno porque no podías pagarte más (o porque con 17 años no se bebe porque lo dice papá y mamá
, no me acuerdo), y ella la diosa del lugar que estaba de camarera porque ella lo valía y esperando a dar el gran salto a la pasarela internacional. Que aquello era pasajero, y si podía sacarse unas perras gracias a que estaba buenísima ¿por qué no? Ahora, ay de ti si pretendías tan siquiera ser simpático, hacerle un cumplido y mucho menos osar a tirarle los trastos. No te iba a mirar a la cara por no merecerlo. No te iba a dar la más mínima oportunidad de hacerte sentir mínimamente bien.
Hola guapo...
Pero los años pasan, y el pardillo crece, y dedica las interminables noches de soledad en su cueva a ser mejor alma en cuerpo carnal. Y ella, se da cuenta de que puede conseguir lo que quiera sin esfuerzo, basta con agitar un poco las tetas e iluminar la estancia con sus ojos y sonrisa pintados de L'oréal Paris. Y al final consigue cosas. Como un marido que la tiene a cuerpo del delito de reina a costa de faltarle el respeto día sí día también. Y encuentras que la exdiosa ahora es un fantasmilla que malvive con trabajos basura que no le llenan, odiando a un marido que no la satisface y al que no puede dejar, llámese pena, llámese mi sueldo no llegaría para vivir yo sola con las comodidades que me merezco. Una exdiosa que ya no se enorgullece de su cuerpo, que piensa en la liposucción y la mamoplastia de aumento de turno y que ahora ella (la misma de años ha) no tiene reparos en ACOSARTE a ti (que sigues siendo el mismo de antaño) a espaldas de su maltrecho maridito, que se presenta en tu casa sin más que lencería sepsi bajo el abrigo dispuesta literalmente a ser tu putita particular hasta mañana por la mañana. Cueste lo que cueste. Lo mismo por lo que tú morías hace X años y que de pensarlo te producía eyaculación precoz. Lo mismo que hace X años NO, pero ahora SÍ. En el mismo sitio. Con los mismos protagonistas. POR QUÉ.

Ejemplo 2.
Ágil gacelilla de cuando tienes 16 años. De las que haces locuras solo por coincidir unas horas en la pandi. De esas que todo te recuerda a ella, las músicas, las actrices, las pelis. Hasta otras tías. De esas que la distancia no es impedimento para que te henamores de ella a tus tiernos 16. Ni la consanguinidad (¿te pone la palabra?) Podría ser tu mismísima hermana que la seguirías deseando igual.
De esas que te lo hacen pagar. De las que saben que la hamas. Y que te lo vuelven a hacer pagar por ello haciéndose la loca. Y que igual te desprecia que al día siguiente te da esperanzas, por qué no. De las que te tienes que morder los nudillos cuando la ves enrollarse con el malote de la pandi que dejó los estudios para ponerse a trabajar en la obra y tiene un amotillo, delante tuya porque a fin de cuentas tiene 16 años y está triste y desolada y necesita un achuchón, aunque de mentira sea.

Pero ahora tú, el mismo de ante, la vuelves a ver a ella, la misma. 20 años después, despiertas en tu Life Extension, y como este es mi sueño, todo cambia, es la misma pero parece otra y AHORA SÍ. En mis pesadillas ella se casó y se divorció, supongo que sería en la otra realidad. Pero ahora me hama. Y ya conté hace mucho que cuando te curras a una tía durante ¿4 años? conseguirla te cambia y te nubla la vida. Entonces, ¿y si es después de 20? pues imagina. Porque tú sigues siendo el mismo de hace 20 años, y un poco pardillo sigues siendo, sí.
Y su álter ego ya lo decía en la canción...

It isn't quite love, it isn't quite romance
But what ever it is, it's worth a chance



Claudio :: viernes, 2 de enero de 2015 a las 11:56 p. m. :: 0 comentario(s)

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