lunes, 29 de julio de 2013

El experimento mental de los extraterrestres (II)



- Y  no es mi mujer.

Me llevé varios días dándole vueltas a aquella frase, pero también a la historia en sí, y sobre todo a las implicaciones que aquélla tenía en la vida de mi amigo. Una duda me iba asaltando continuamente y me pedía hablar con Enjoy para que me explicara: ¿cómo llega uno a aceptar que esa persona que cumple todas las condiciones del experimento mental de los extraterrestres, llamada a ser tu mejor opción, ya nunca estará contigo? Más aún, ¿cómo afronta uno que la persona que tienes al lado “no es” la que debiera y no puede hacer nada por cambiarlo?
Es por esto que pasé varios días buscando el momento en que Enjoy y yo coincidiéramos para, ya en confianza y sin gintonics de por medio, me aclarara todo aquello. El día en que pude estar a solas un segundo con él, le formulé directamente la pregunta. Quería estar seguro de haber entendido bien lo que quiso transmitirme, y a la vez que no tuviera problema en admitírmelo, como así fue.
—¿Cómo se afronta el futuro en el momento en que eres consciente de que existe una posibilidad de ser más feliz pero es ya inalcanzable?
Su respuesta me tranquilizó:
—Me centré en el presente. Mi trabajo, mi familia, mis hijos, que en aquel momento empezaban una fase de sus vidas, la adolescencia, que seguro que requeriría de toda mi atención.
Por aquellos días, había iniciado uno de los viajes más largos, complejos y apasionantes que jamás había emprendido. Un viaje que me llevaría a lo más profundo de mi conciencia, para encontrar una respuesta necesaria y, en su lugar, dejar un recuerdo.


Un recuerdo que había decidido dejar allí olvidado para siempre, en lo más profundo de mi conciencia.
Y su respuesta resultó ser tremendamente esclarecedora. Para conseguir llegar al final de mi viaje, había recurrido al coaching, la autoayuda e incluso la meditación. Y siempre el mensaje se repetía: concéntrate en ti mismo, en tu presente, en lo inmediato. Y Enjoy había llegado a la misma conclusión por él mismo.
Por aquel entonces Enjoy tenía unos 40 años, ella unos 25. Con el tiempo él se dio cuenta de que ella era alguien irrepetible en su vida: inteligente, cariñosa, buena en la cama... Los dos lo mantenían en secreto; él por su mujer, ella por su familia, que no entendería que él estaba casado y era mucho mayor que ella.
Sin embargo un día su familia sí que se enteró, y llegó la hora de tomar una decisión. Seguir adelante con todas las consecuencias o terminar con aquella historia. Fue la única vez en que Enjoy afrontó la crisis con su mujer y le planteó que no era feliz. No fue capaz de admitir que había otra. Ella quiso luchar por la relación y él no fue capaz de plantarse.
Así que Enjoy y su amante se autoimpusieron dejar de verse, como única solución para mitigar el dolor que les iba a tocar sufrir. Y desde entonces no saben nada el uno del otro, aunque mi amigo tiene claro que para él, ella es y sigue siendo, diez años después,  la única que cumple las condiciones del experimento mental de los extraterrestres.
Enjoy se concentró en su vida, en su trabajo, en sus hijos adolescentes. En hacer mucho deporte. Me dijo que esa época ha sido cuando mejor forma ha tenido en toda su vida. Un día pensó “ostras, ya ha pasado un año de aquello”. Y ya no sintió pena. Aquello supuso un punto de inflexión a la hora de superarlo. Con esta historia también pude comprobar que otras personas sufren un sino parecido: no tienen a su lado a la persona que cumple sus particulares condiciones del experimento mental de los extraterrestres, a pesar de que ya la conocieron, y asumen que su vida, por fuerza, debe ir por otros derroteros. Pude comprobar que hay, como Enjoy, quien simplemente sigue con otra opción de vida y desconecta de la opción que realmente le hace feliz, aunque nunca olvida esta última. Hay quien en su día conoció a esa persona y nunca más pudo volver a enamorarse, prefiriendo la soledad; hay quien conoció a esa persona y de vez en cuando se ven, mientras sigue con su pareja y vida habituales, o hay quien además sigue con su pareja y rutina habituales manteniendo este aspecto oculto en su interior, en lo más profundo de su conciencia. De ellos, hay quien lo controla y no permite que esa doble vida afecte a su monotonía, y hay quien elige asumir esa maldición por siempre, como una faceta más de su vida que debe asumir.
Pero poca gente, muy poca, realmente está con la misma persona con la que se iría a ese viaje a lo desconocido, si bien todo el mundo sabe perfectamente con quién lo haría.
Y ahora párate. Si ya sabes quien cumple tus condiciones particulares del experimento mental de los extraterrestres, ahora piensa en tu relación con esa persona. Y piensa bien en lo que estás haciendo y en qué deberías hacer a partir de este momento.


Claudio :: lunes, 29 de julio de 2013 a las 11:12 p. m. :: 0 comentario(s)

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