domingo, 18 de diciembre de 2011
A estas alturas de mi vida ya sólo creo en el Hamor.
sábado, 10 de diciembre de 2011
Making off - Vídeo promocionar del tema 'Noches en Blanco'
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Un martes cualquiera, como cualquier otro día laborable, 7 de la mañana.
Ya he dicho en varias ocasiones que me produce una gran tristeza el hecho de tocar la cama, justo antes de salir a la calle, y notar que aún está caliente en la parte en la que yo he dormido. Me pongo a pensar que si en vez de salir al frío de la calle para ir a trabajar, estuviera todavía en la cama, estaría así de calentito, mucho más feliz.
Un amigo me contó el otro día que su ya esposa, el otro martes a eso de las 7 de la mañana, nada más sonar el despertador, sólo acertó a expulsar (con el dedo pendular amenazante)
"Que sepas que hoy te toca a ti recoger la ropa"
Ni un buenos días, ni un "vaya hombre, hay que levantarse, malditas mañanas". Ni un "vamos a desayunar", un "a ver qué ponen en las noticias". Ni siquiera un "mmmmmm, déjame sólo un rato más".
Nada.
Y las implicaciones filosóficas que ello tiene. Decía mi amigo que se pasó el día tratando de adivinar si su mujer quizá había estado toda la noche sin poder dormir pensando en que él tendría que recoger la ropa. ¿Quizá estuvo maquinando toda la noche qué decirle, con alevosía y nocturnidad?
Alguien puede pensar que al comparar los dos despertares, el mío y el de mi amigo, el winner soy yo. Y puede ser, quizá aún estoy a tiempo de no caer en esa trampa, puede que mi desayuno-homenaje andaluz puro de oliva que me doy todos los días, viendo las noticias, sean gloria bendita en comparación con aquella frase lapidaria.
Pero no, yo creo que el looser soy yo. Mi amigo me contó esa historia e incluso quedó bien, de gracioso simpático y sufridor abnegado. No echará de menos mis desayunos andaluces diarios de mollete con aceite y tomate.
Pero yo
