viernes, 1 de abril de 2005

Los nuevos comportamientos tecno-socio-conyugales.

Es curioso como el paso del tiempo y el avance tecnológico hacen que aparezcan comportamientos y/o actitudes que evolucionan síncronamente.
Hace años, cuando el principal modo de comunicación privado era el teléfono (en la era analógica) la chica que recibía la llamada de su recientemente abandonado exnovio, se veía obligada a pasar el mal rato de tener que escucharle llorar, implorar su regreso, nueva oportunidad, una explicación, etc... sin ningún remedio posible. Es cuando aparece el comportamiento socialmente aceptado de la "excusa" o las "largas". No había más remedio que utilizar el "no es un buen momento", "ya te llamo yo en cuento pueda", "estoy muy ocupada" o el lamentable "lo siento, tengo que ayudar a mi madre a hacer de comer".
Con la llegada del contestador automático, se impone el filtrado de llamadas. Éste comportamiento consistía en conectar el contestador aunque se estuviera en casa, de modo que al recibir una llamada, se esperaba a que el interlocutor comenzase a grabar su mensaje y si era de nuestro agrado, entonces contestábamos.
En la era digital, con la llegada del reconocimiento del número entrante, los teléfonos móviles y los SMS, aparecen gran cantidad de nuevos comportamientos socialmente aceptados de forma masiva, aunque nunca lo suficientemente documentados.
El primer comportamiento que aparece de forma inmediata es el rechazao de números de teléfono no deseados. Si no me apetece hablar contigo, simplemente no descuelgo, o lo que es más drástico: te cuelgo el teléfono y si tengo que justificarme digo "es que no había cobertura".
Existe un comportamiento aún más drástico en caso de que el interlocutor insista, que consiste en apagar el teléfono o incluso rechazar de forma sistemática ese número entrante mediante una simple llamada a la operadora, manteniendo la más que dudable explicación de la falta de cobertura.
Y lo peor es que hay que estar muy atento en cuanto a tendencias y modas en los comportamientos. Si envías un SMS a alguien y no te contesta, tienes que saber que eso significa que eres persona non grata, y mejor es que no insistas, porque puedes ser tomado por un acosador, inculto o maleducado. "Este tío es imbécil, ¿no se da cuenta de que estoy pasando de él? ¿Por qué no deja ya de enviarme SMS's?" No está escrito en ningún tratado de buenos modales o protocolos, pero has de saberlo. Yo por si acaso siempre envío SMS con acuse de recibo, para asegurarme de que llegan. ¿No sería mejor enviar una contestación explicando educadamente que no se desea recibir ningún mensaje? (ya no hablo siquiera de una justificación).
Bueno, y quizá lo más interesante es observar como el teléfono móvil se ha integrado perfectamente en el ritual de cortejo del hombre hacia la mujer. El teléfono y su entorno da un sinfín de indicativos y directrices a seguir. Por ejemplo; cada vez está más extendida la idea (aunque insisto que no puede ser encontrada en ningún tipo de bibliografía) de que si sales por la noche, conoces a una chica y esa misma noche te deja su número de teléfono, es una condición suficiente (aunque no necesaria) para pensar que le has gustado y seguramente hay romance a la vista. O están los factores temporales y cuantitativos: si empiezas a enviar SMS's a una chica, dependiendo de:
a) Factores cuantitativos: cada cual tiene un límite n de mensajes a partir de los cuales, si la chica te sigue el juego, entonces es que está interesada en tí.
b) Factores temporales: cada cual tiene un límite t de tiempo a partir del cual, si la chica no te ha contestado, entonces es que pasa de ti. Si te contesta en un tiempo mayor que t entonces es que la chica simplemente quiere ser condescendiente contigo o no ser maleducada.

Donde n y t son parámetros que dependen de cada individuo, lo que justifica la bondad de la teoría.

Claudio :: viernes, 1 de abril de 2005 a las 6:49 p. m. :: 2 comentario(s)

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