domingo, 4 de septiembre de 2005
El día de mañana
Dice mi madre que la primera vez que nos llevó a mi hermano gemelo y a mí a la guardería fue en el curso 1979-80. Como mi cumpleaños es a finales de Noviembre, quiere eso decir que aún tenía un año, apunto de cumplir dos.Después de esa guardería vino otra de monjas y a los 4 años entré en el colegio. A continuación vino el instituto durante 4 años e inmediatamente la universidad. A los 4 meses de terminar la carrera hice un curso de formación y comencé a trabajar durante 2 años, uno de los cuales simultaneé con el estudio de las oposiciones con las que en la actualidad continúo.
¿Por qué escribo esto? Por varias razones. Una de ellas es para hacerme notar el hecho de que de mis 27 (casi 28) años, llevo 26 (casi 27) privado de libertad. Recuerdo que cuando era pequeño y las vecinas (ya mayores) me veían con mi madre camino del colegio, decían "Mira los mellizos, ya se van a la escuela para ser hombres de provecho el día de mañana". El camino que ha seguido mi vida es el más razonable, el más común, el que todo compatiría para ser un hombre de provecho. Pero nada más alejado de la realidad: ¿qué es ser un hombre de provecho? ¿Gozar de autosuficiencia económica? ¿Formar una familia y ser feliz con ella en su nidito de amor? ¿Tener un buen trabajo? ¿Tener mucho dinero? ¿Ser muy inteligente? ¿Qué es? Que alguien me lo explique, porque ninguna de estas cualidades tengo yo, después de tantos años privado de mi libertad.
Porque en esos años de madrugones, absentismo de ciertos disfrutes, penas y delirios no he hecho otra cosa que oír cosas como "al final todo esfuerzo tiene su recompensa", "ya verás como algún día olvidas todo esto y te alegras de haber tomado este camino", o "no cometas el mismo error que yo y estudia, para mí ya es demasiado tarde"...
¿Pues sabes qué te digo? QUE UNA MIERDA PA TÍ, A SER POSIBLE PINCHÁ EN UN PALO. Me cago en tó, joder, que mientras yo sigo aquí arrumbado en una esquina sin tener donde caerme muerto sé de gente que decidieron no tomar un camino rodeado de libros y apuntes, y ahora tienen piso propio, familia, un sueldo de 200 mil pelas en adelante y lo que es más importante: una carrera profesional de al menos 10 años...
A mí de lo único que me ha servido todo esto es para enriquecerme espiritualmente, alegrarme mucho por ello y lo que es peor: ser tan exigente conmigo mismo y los que me rodean que NUNCA VOY A ESTAR SACIADO. Y además de todo esto NO SE COME.
Y es que hubiese preferido levantarme todos estos años a las 12 del mediodía, haberme ido de parranda todos los jueves, viernes, sábados y fiestas de guardar a emborracharme con bellas gacelillas, haber practicado todas las posturas sexuales en todos los lugares más morbosos existentes, no haber pasado frío en envierno, calor en verano ni soledad en las noches...
Ahora preferiría estar en la playa contigo dándote mordisquitos en el cuello o apoyando mi cabeza en tu vientre hasta dormirme con el vaivén de tu respiración y el sonido de tu tripita, y no aquí pasando calor estudiando un examen que no voy a aprobar ni de coña...
Otra razón es, en directa aplicación de mi principio de complementariedad, me doy cuenta de lo cíclicos que son nuestros deseos. En los últimos años de carrera lo pasaba mal en los exámenes (no podía dormir la noche anterior, tenía naúseas, dolor de cabeza...) así que estaba deseando trabajar y olvidarme de ese dolor de barriga-aumento de pulsaciones que me daba cuando subía las escaleras para ver las notas en el tablón. Al final de mi etapa profesional de 2 años sufrí de ergofobia por lo que me puse de nuevo a simultanear con los estudios.
Hoy es 4 de Septiembre. Se cumplen 2 años desde comencé con la aventura de las opos. Estoy pensando que va siendo hora de volver al curro y simultanear de nuevo... empiezo a cansarme de estudiar sin resultado.
Pd. Ayer vi "Princesas". Es genial, me gusta mucho su banda sonora (Manu Chao) y como siempre, su director Fernando León.
