jueves, 11 de mayo de 2006
En memoria
Contaba el otro día
por aquí eso de que desde los nueve años (aproximadamente) empezó a gestarse en mí la idea de dedicarme a ser programador profesional. Por esa época empezaban a bombardearme con pelis como "Juegos de Guerra", "Sueños Electrónicos", "Tron" o programas de TV como "Metrópolis" responsable de que ya de niño empezara esta manía mía de trasnochar. Era la época en la que veías un ordenador de lejos, con destellos verdes y extraños dibujos, y sobre todo, cintas y sus sonidos característicos.
Fue la época en la que vimos entrar el primer ordenador en casa, en la que empezamos a aprender lo que era un byte, un bucle o una variable y en la que nuestra casa empezó a llenarse de revistas gigantescas de salida semanal o mensual...
Es algo que es difícil de explicar y mucho más aún de comprender en toda su extensión si no se vivió. Con cosas como éstas comprendo el entusiasmo de mi profesor de EGB o incluso de mi padre cuando nos contaban cómo fue el día en que entró la primera radio o la primera tele en sus casas. Cómo es una historia que nunca podremos apreciar, y cómo es comprensible que quien no sea de mi generación no sepa apreciar tampoco esta historia.
Gran parte de esta idea también fue debida, como no, a los juegos. Y entre todos ellos, sin duda, "La Abadía del Crimen". Ya sabéis, el juego ese que de entrada te impactaba por sus gráficos, pero que en pocos días te aburría porque no tenías ni zorra idea de cómo avanzar en él. A los meses alguien te dice que está basado en el libro de Umberto Eco "El nombre de la Rosa", y oyes, un poco incrédulo, que en el juego hay que buscar el espejo que aparece en la carátula y pulsar las letras
nosecuales que activa un mecanismo para atravesar dicho espejo...
Fue el culpable de horas y horas de insomnio, de noches y noches de desvelo. Fue el culpable de que acabaras leyendo el libro (sin tener ni siquiera una edad adecuada para apreciarlo) e incluso el culpable de que acabaras el bodrio de película que hicieron...
Algún año después, alguien te llama y te dice que ha conseguido el número de
Micromanía donde explican paso a paso cómo terminar el juego, después de meses y meses perdido en la biblioteca, con la lámpara de aceite en las últimas...
Por fin, cuando terminas el juego, aprecias años más tarde la obra maestra que hay detrás de la historia, y aprecias también al genio que hay detrás. Un tal "Paco Menéndez", del cual poco se supo después de aquel juego. Se contaba que era una persona introvertida, algo misterioso, que dentro de su genialidad había programado aquel juego como despedida del mundo del software de entretenimiento, porque estaba desencantado de la industria, porque quería continuar con su carrera (tenía 22 años cuando realizó aquella su obra maestra a la vez que estudiaba Teleco) y por qué no decirlo, porque pensó que ya no podría hacer nada mejor que aquello.
Vamos, todo un genio, una leyenda que pasó a la historia de la programación de entretenimiento en España en una época que acabó siendo bautizada como la "Edad de oro del Software Español"...
Y como he leído por ahí, vivió como un genio y se retiró como un genio, sin hacer ruido. El otro día casualmente me puse a inspeccionar los créditos de Commandos 2 (no es que juegue a esos juegos, es de mi hermano, yo ya después de la Abadía también abandoné los juegos, salvo un escarceo breve pero intenso con "Another World" y "Disc" en Amiga y "Los Sims" en PC) y vi un pequeño homenaje que se le hacía "A la memoria de Paco Menéndez, creador de La Abadía del Crimen". Ha sido entonces cuando me he enterado de que Paco Menéndez ha pasado a ser LA LEYENDA. Porque resulta que fue un personaje cercano, sevillano, investigador en la universidad hispalense... y que se suicidó en 1999 a la edad de 34 años.
Aún hoy se sigue siendo un misterio gran parte de su vida y de su fin. Los que han desensamblado el código de la Abadía cuentan cómo hay algunas variables que al final no se usaron, cómo algunos objetos de repente los quiso colocar bajo tierra y aún hoy para los programadores que tratan de rehacer y mejorar el código sigue siendo un tema de controversia el título de la música final del juego, sin duda otra elección magistral digna de un genio.
Por suerte el trabajo de Paco Menéndez y su genialidad nunca serán olvidados. Sigue adelante el
Remake para pc, un proyecto para hacer la
segunda parte versión 2006 de forma libre, un proyecto para volver a hacer un
juego basado en la obra de Umberto Eco, la posibilidad de descargarse el juego original en el
teléfono móvil, en
wikipedia, y desde luego, seguirá para siempre en nuestra memoria y en nuestros corazones.
Podéis leer la biografía de Paco Menéndez y algunos enlaces
aquí. Por cierto, en esta página también podéis leer la vida, justo después de la de Paco, de Emilio Pablo Salgueiro Torrado, creador por ejemplo de "Freddy Hardest". Gaditano (de San Fernando) fallecido trágicamente en el año 96... a los 26 años :(
PD1. Es tarde, un día de estos si Dios quiere cuento cómo acabó el proyecto en el que nos metimos mi hermano, un amigo y yo a los 12 añitos, para hacer un juego basado en la serie de dibujitos
cuasimanga que se llamaba
Goldorak. (Sorry, el enlace sólo en Francés).
PD2. Buenas noches en el día en que toda españa hemos sido sevillistas, incluídos los béticos :) Y la semana que viene, toda españa seremos barcelonistas...
Claudio ::
jueves, 11 de mayo de 2006 a las 11:52 p. m. ::
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