jueves, 27 de abril de 2006

Mi poquita de feria

Pues sí, ayer me di mi vueltecita por la feria, que no iba desde 2004. Lo pasé muy bien con los amigüitos de la facultad. La feria también tiene lo suyo (¿o es el alcohol?), y es que al final te pones a hablar con cualquiera y se te pasan las horas volando, entre copitas, pescadito, tortillita y filetitos. A. invitó a su amiga Casandra (de un little town de New York) que visitaba la feria por primera vez con sus padres (muy majos, por cierto, sobre todo el padre, que era un tipo muy extrovertido). Lo malo de todo esto es que yo, que ya de por sí tengo el funcionamiento neuronal bastante ralentizado, después de haber metido mano a unos pocos de rebujitos, hablar en inglés... como que no. Además me doy cuenta que me pasa como cuando me da por tocar el piano en público; me quedo en blanco, las manos me tiemblan, se me suben los colores y me bloqueo. Y sin embargo en mi cuarto a solas eso no me pasa... :)
En fin. También mantení una conversación la mar de amena con R, abogado sevillano que está pasando un año en Irlanda para mejorar su inglés. Me contó unas historias... Como ya le dije, sé que es mi asignatura pendiente, eso de pasarme un año en el extranjero. Sé que algún día lo echaré en falta (tampoco se sabe si aún estoy a tiempo). Una vez, en 2002, me lo propusieron y acepté; ya estaba todo arreglado pero al final el destino no quiso que aquello saliera adelante... bueno eso es otra historia que ya contaré algún día.
C. me presentó a unos cuantos colegas suyos del trabajo. Vaja personaje J. Es un auténtico vividor, con 50 años, un buen curro en el sector de la sanidad, soltero (y sin intención de cambiarlo) y muchas historias que contar. Allí que estaba en su caseta a las tantas de la madrugada fumándose sus cigarritos, bebiendo su rebujito y perdiendo su mirada en las jovenzuelas que bebían, cantaban o bailaban sevillanas...
Pues sí. Ya he estado en la feria este año, que ganas tenía. Es la tercera vez que voy, y la verdad es que lo paso muy bien, debí haberlo hecho durante la carrera. Pero tampoco nos engañemos; sé que que está escrito en mis genes que cuando algo lo tengo tan cerca y tan a menudo, pierdo el interés. Aún no me ha pasado, pero sé que con la feria también me pasará.
De vuelta a casa, supongo que sería por el frío o quizá por el rebujito en exceso que me había metido (llegué al real a las 6 de la tarde y a las 8 ya había perdido la cuenta je je), de nuevo los fantasmillas de pesimismo y excepticismo me asaltaron. El lunes que viene empiezo a estudiar, tengo ganas de hacerlo ya, pero sinceramente sigo pensando en que pierdo el tiempo. Ayer de vuelta a casa de nuevo ese sentimiento de inutilidad, incapacidad, absurdez sobre mí mismo. ¿Qué coño estoy haciendo? Tengo tanto que hacer para mejorar... y ni siquiera sé si servirá de algo.
Quizá fue por este sentimiento de desidia justo antes de acostarme que esta noche no he dormido bien. He tenido pesadillas. Apenas 4 horas después de acostarme, incluso con la cogorza, he soñado con bebés que morían (o casi) en mis brazos, sillas de ruedas que yo debía usar y con extrañas máquinas del pasado que se hacían inservibles. Lo peor de las pesadillas no es tenerlas, sino que en mi caso suelen ser señales de que algo va mal. Esperemos que esta vez no sea así, ahora que he bajado un poco la guardia...

Claudio :: jueves, 27 de abril de 2006 a las 12:09 a. m. :: 1 comentario(s)

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