miércoles, 24 de mayo de 2006
Ideas y reflexiones de hoy o La apología del sufrimiento
Me está pasando como el año pasado por estas fechas, que entre la caló, el estrés y no sé qué más cosas me encuentro apático, y eso se traduce en faltas de ganas e inspiración para escribir. A ver si cambia esto un poco. Además es que como me da por escribir por la noche (tampoco tengo mucho tiempo antes) y estamos pasando una racha más o menos buena en la que todos los días hay algo interesante que ver en la tele...Lunes: CSI Las vegas-El programa de María Jiménez, Martes: House (Desbancando a Mujeres Desesperadas por paranoicas), Miércoles: Hospital Central-Loco de la Colina, Jueves (no sé, los Juernes me voy de pingoneo je je), Viernes: Mentes criminales... En fin...
Hoy desde primera hora el mundo se ha confabulado para hacerme sufrir. Como sabéis se acerca la temida selectividad, y eso se traduce en que los (y sobre todo LAS) púberes de recién estrenada mayoría de edad se vienen a MI biblioteca para preparárselas. Que es mentira, ni estudian ni ná, lo único que hacen es tontear y morrearse con los pringaos de turno, darse paseítos para mostrarse y dársela de mayores y de universitarias... y de paso distraerme, coño. Si es que lo de hoy ya ha sido lamentable. Yo no sé de dónde salen esas niñas de 18 años, joder, que cuando yo tenía su edad todavía era un pipiolo, y mis amigas no tenían esos cuerpos ni de lejos. Corren malos tiempos para el estudio. La superficie epidérmica femenina al descubierto por unidad de volumen alcanza cotas muy elevadas; lo suficiente para no permitirme estudiar.
Y es que esos cuerpos son toda una apología del sufrimiento que deberían prohibir. Cuando las veo tan arregladas, oliendo así, con el pelo perfectamente colocado, me las imagino por un lado la noche anterior nerviosas, pensando que tienen que arreglarse y ponerse guapas (y qué me pongo y qué no me pongo?) porque al día siguiente van "A la universidad" y eso es todo un acontecimiento... Por otro lado me las imagino en un futuro, y me pregunto cuántos corazones habrán taladrado cuando tengan mi edad. Empezando por el pringao con el que se está dando besos ahora, que no hace más que quedarse sentado en su sitio estudiando, resignado, mientras ella no para un momento en su sitio, saliendo mil veces a hablar con nosequién y a fumarse cigarritos...
Y mi hermano me dice: "Y si una tipa así se encapricha contigo ¿qué vas hacer?" Y quizá tenga razón. Aunque te parezca gilipollas, sólo por lo buena que está, no tienes más remedio que sucumbir, es tu obligación como hombre, y uno tiene una responsabilidad ante los amigos. Que como dice spiderman un gran poder implica una gran responsabilidad. Aun sabiendo que será tu perdición. Menos mal que esta clase de engendros no se suelen encaprichar conmigo, porque me pondrían en un aprieto... :)
En el gimnasio, está ahora de moda hacer ejercicio leyéndose todos los periódicos gratuítos, el ABC y... el Quémedices. No he tenido más remedio que echarle un vistazo:
La que está con el de las motos. (Y no olvidemos que antes estuvo con ésta en la época en la que yo era un vividor en Madrid.)
La que está con el de los coches.
La que está con el del furbo de los piños. (Y tampoco olvidemos que estuvo con ésta)
Y ya tengo otra razón para pensar lo gilipollas que fui. No hace falta tener estudios para estar con semejantes mujeres criminales. De hecho es condición necesaria no tenerlos. Ahí está Raul, el del Madrid, que se casó con una modelo y todos sabemos que se sacó el bachillerato en el único instituto de Madrid donde si pagas lo suficiente, te dan el título a base de entregar trabajitos. Así cualquiera. Y así el Raúl este tiene cubiertas todas las necesidades: las económicas con el furbo y las afectivas con una modelo de alto estandin.
Y todavía quieren que nos creamos que será por su interior. Joé po qué casualidad que esta gente tienen dinero a espuertas y un glamuuuuuur...
Después ejercicios de lectura que la cosa está mu malamente, clases a los niños, echar un vistazo a una terraza nueva que acaban de poner y de la cual tomo nota para llevarte un día de estos (¿a quién? joe po va a ser que no)y descubrimiento de una cicatriz enorme que tengo de un accidente muy gordo que tuve de niño y que ha pasado desapercibida hasta hoy (cada cuánto te miras la parte posterior de la pantorrilla derecha?) Vamos, que he descubierto una terraza a la que nunca llevaré a nadie y una cicatriz que jamás verá amante alguna.
