sábado, 17 de febrero de 2007
Sueño

En la noche del jueves al viernes, después de tapitas, vinito y visitar el nuevo estudio de un colega, tuve un sueño que dejó un tanto descolocado.
Bueno, no tanto si tenemos en cuenta que dio un repaso a gran parte de mis inquietudes actuales, pero en un lenguaje de sueños yo diría que hecho "a posta". Forzado.
Recuerdo que estaba en una especie de quiosco, como los que hay en Sevilla prefabricados para vender prensa. Tenía que irme a estudiar, se me hacía tarde, estaba inquieto por ello. Pero por otro lado, había muchísima gente a mi alrededor, mucho movimiento, y no quería dejar el coche solo porque había un camión pasando muy cerca y si no avisaba al conductor, iba a rayarlo.
En esta espera tan ansiosa (no quería irme porque iban a destrozar el coche, pero se me hacía tarde para estudiar), me senté en un escalón del quiosco, y llegó una amiga a la que hace mucho tiempo que no veo, con un novio (que ni siquiera sé si existe como tal). El caso es que me contaron que estaban trabajando, se habían comprado un pisito y estaban muy contentos. A continuación se fueron un poco más lejos, y se dejaron un montón de fotos y diapositivas de ellos mismos, que se hicieron el día que se instalaron en su nuevo piso. Ya sabéis, típicas autofotos, yo te hago una foto a ti, tú me la haces a mí... de una parejita... la mayoría movidas, descentradas o desenfocadas.
También recuerdo que alrededor de aquel quiosco había un grupo de personas sentadas en pupitres, en las típicas sillas que tienen un soporte (que gira verticalmente) al lado derecho para escribir, y que a las personas zurdas les jode cantidad. En las facultades e incluso en ciertos salones de actos las hay. Pues estas personas vestían traje y corbata, tecleaban en ordenadores portátiles, y reconocí claramente que estaban trabajando como si fuera en una oficina al aire libre, o quizá simplemente estaban allí para que yo los viera.
Todos estaban en silencio, pero uno de ellos, gordo, con corbata roja y gafas dijo:
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... pues mi primo trabaja en nosequé... ése sí que gana dinero... está forrao...Y recuerdo que pensé que todos conocemos a alguien que gana mucho dinero, todos tenemos un "amigo" o un "amigo de un amigo" que ha pegado un pelotazo y está ganando dinero a espuertas, y parece que a la mayoría nos consuela que exista gente así; no es necesario ser uno de esos afortunados para sentir alivio, basta con saber que están ahí.
Lo último que recuerdo es que entonces pensé "al carajo", y dejé el coche abandonado a su suerte y me fui a estudiar. Al doblar la esquina, donde intuyo que aparecería la biblioteca donde había dejado los apuntes que me esperaban, me encontré a la parejita esta de las fotos y diapositivas. Estaban junto a una fábrica de colchones, donde había esparcidos y amontonados un montón de trozos de esponja y colchones sucios, viejos, y que seguían creciendo porque de una ventana seguían cayendo más y más. La pareja estaba sobre este montón de colchones sucios enrollándose, revolcándose en un arrebato de pasión (un calentón, vaya). Pensé en avisarles y decirles que se habían dejado las fotos en el quiosco, pero pasé, no quise interrumpirles y me fui a estudiar.
Claudio ::
sábado, 17 de febrero de 2007 a las 4:42 p. m. ::

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