jueves, 13 de noviembre de 2008
Seguimos

Pues como decía. Me ha costado encontrar el momento oportuno para escribir aquí, porque he de acostumbrarme a administrar mi tiempo en mi nueva rutina, o mejor dicho, en mi falta de rutina. Aquí los planes cambian en menos de 24 horas, y aunque tengo bastante tiempo libre, para mí es un problema aprovecharlo bien, porque si no tenía nada planificado al final me pongo a tontear y no hago nada, o bien aprovecho para hacer actividades preventivas "voy a ir hoy al gimnasio que puedo, no sea que mañana sea imposible". Y al final voy los dos días.
Eso, y que como comenté me he propuesto terminar mi última obra sinfónico-vocal-humana junto al hecho de que a veces me canso, han hecho que no encuentre el momento adecuado para escribir. Efectivamente, exactamente tal como me dijo el físico misterioso (el de "los físicos tenemos que ayudarnos entre nosotros") aquí se tienen días muy buenos y algún que otro día "malo". Los días buenos por suerte son mayoría, y MUY buenos. Hay días que incluso almuerzo en casa, y el récord de terminar temprano está en un viernes a la una y media (y pudo ser antes). Ahora bien, los días malos son de "Claudio, vete Málaga a recoger
nosequé y vuélvete que el
hospitaltal está que trina" o "Claudio, el repuesto que debes cambiar no va a llegar hasta las 5, así que quédate ahí a esperarlo". Entonces claro, hay veces que llegas tarde a casa, y una cosa por otra y en realidad no puedes quejarte. Primero porque hay días que a lo mejor trabajas unas pocas horas, y segundo porque el día que tienes que quedarte tarde, encima te están pagando más dietas y más kilómetros... Y por ahora sigo creyéndomelo :)
En cuanto a esto, y según ya comentaba en el trailer de esta entrada, he tenido también oportunidad de escuchar muchas historias y reflexionar acerca de la mierda esta que supone tener que trabajar para poder ganar dinero lícitamente, lo que me ha permitido introducir nuevas definiciones y parámetros en mi
(gran) Teoría de la Felicidad Trascendente.
1.- Aunque ya había oído historias de individuos que después de aprobar las oposiciones seguían quejándose de su situación laboral, nunca les había dado crédito. Sin embargo, he tenido oportunidad de vivir esas historias en primera línea, y sí que existen. Con lo cual se derriba el mito que asegura que después de aprobar unas oposiciones llega la felicidad absoluta. Puede que sí o puede que no. Y no es de extrañar, ya lo estableció
Maslow en su Teoría de Jerarquía de Necesidades, y hay que tomarlo como base irrefutable. Siempre que se esté en una posición, se querrá más. Y cuando estés en ese más, querrás más todavía. Y así eternamente hasta que mueres o te rindes. Y es lógico, gracias a ello el ser humano avanza continuamente, porque si no estuviera en nuestros genes, nuestra evolución se detendría y dejaríamos de ser la especie dominante. Con lo cual llego a otra conclusión: No existe la felicidad absoluta, es más, ni siquiera puede definirse en términos absolutos. Sólo puede definirse en términos relativos, es decir, sólo puedes decir que eres más feliz que tal o cual, o más feliz (o menos) que tú mismo en otro momento.
2.- Creo que nunca lo he contado, pero soy una persona que en ciertos temas soy bastante dejado. Uno de ellos es en asuntos de dinero. Rara vez compruebo minuciosamente el cambio que recibo, por ejemplo; o especialmente,nunca llevo un control exhaustivo del dinero que tengo en la cuenta. Eso quiere decir que normalmente voy sacando el dinero que necesito y de vez en cuando miro cuánto me queda, no se que vea con el culo al aire. Nada de revisar ingresos. Nada de comprobar que no se han colado con las facturas. Resultado: sólo tengo una idea aproximada del dinero que tengo, y cada vez que miraba la cuenta, SIEMPRE tenía menos dinero que el que me esperaba, y muchas veces tenía la sensación de que no ahorraba nada en meses (como si la cuenta estuviera siempre igual). Pero ahora es al revés, siempre tengo más de lo que esperaba. Esto me permite definir una nueva caracterización para un
curro guapo. Será "
aquél que dado por un comportamiento tal que en general se ignora el dinero que se tiene en el banco, cada vez que se éste se comprueba, siempre se tiene más de lo que se pensaba." :)
3.- Hablando con un compi del curro que lleva en el puesto más de 20 años y que sabe más que el hambre también pude llegar a la conclusión de que debía incluir una nueva variable a mi teoría. Me contaba que tras 20 años se alegraba de haber vivido muchísimas experiencias positivas, viajes por todo el mundo, conocer a grandes profesionales, trabajar en tecnología punta... El "pero" era que después de tanto tiempo, se veía atrapado. Ya no le era posible cambiar de trabajo porque con 40 años y 2 hijos quizá no sea buena idea, y todas las ofertas que recibía eran de puestos similares, lo cual supoondría no cambiar. Cuando le oía decir esto, yo pensaba que a mí eso nunca me pasaría, porque yo nunca querré cambiar ni tendré compromisos familiares tan sólidos. Pero entonces me acordé que los primeros meses de mi estancia en Mierdatel pensaba exactamente igual... ¿Pensaba que nunca me pasaría eso o no
quería creer que me pasaría? Realmente estoy igual de seguro ahora que cuando estaba en Mierdatel, y sin embargo un día todo eso se fue a la mierda y la realidad se hizo patente de manera abrumadora. ¿Cómo sé que no me pasará ahora también? Respuesta: Imposible saberlo.
Por lo tanto, si antes pensaba que lo bien que se puede estar en un curro depende sólo del dinero que ganes y el tiempo que le dediques (jornada laboral), ahora veo que además, debe depender de cuánto se prolonga la situación en el tiempo (es posible que ganando lo mismo y dedicándole el mismo tiempo ahora seas feliz pero mañana no) y de factores personales (lo que le hace feliz a un individuo, no tiene por qué hacer feliz a otro). Por lo tanto ya no es

sino que es

(Continua...)
Seguiré hablando, ya en tono menos paranoico y más informal, de cómo conocí a unos cuantos chavales y chavalas magníficos en el curso en la sierra con los que poder acabar riendo y empinado el codo hasta las tantas, de cómo realicé una inversión importante en mi
prometedor futuro como músico profesional y de cómo me preparo para una formidable velada con cena, copita, bailoteo y lo que Dios quiera al abrigo del frío de la noche madrileña.
(Y de mi última obra, y de mi nueva web, y....)
Claudio ::
jueves, 13 de noviembre de 2008 a las 6:10 p. m. ::

-------------------------------------