lunes, 15 de septiembre de 2008

Aeropuerto

Como ya me he referido en anteriores ocasiones, me pasan cosas a una velocidad superior a la que puedo contarlas, así que tengo que resumir malamanera para poder dar cuenta de los últimos acontecimientos acaecidos.

Estoy aprovechando un par de horitas en Palma de Mallorca necesarias para hacer conexión de vuelo destino a Alemania y así empiezo esto que lees, y tengo que dar cuenta de lo último vivido en Málaga y un avance de lo que me espera  en el sur del país germano, en una localidad cercana a la ciudad famosa de los juicios.
En Málaga muy bien. Como dije, finalmente le cogí gustito al hotel, hay que reconocer que tenía un muy buen servicio con los clientes y además estaba muy bien situado, tanto para ir a los hospitales más frecuentes como para hacer algo de vida social por las noches.

Es posible que tenga que ir una semana más después de esta semana en Alemania, pero no es seguro. Desde luego por mi trabajo tendré que ir de vez en cuando, pero por si las moscas esta semana me la tomé como si fuera la última :)

Otras cosas que acontecieron en dicha semana fueron:

.- Atravesé en varias ocasiones un agujero de gusano que conectaba con otra realidad paralela, en la que yo era médico, y pude verme a mí mismo.


Yo en una dimensión paralela

.- De vuelta a esta realidad, compartí quirófano con el famoso “Da Vinci”, que tristemente, después de tanto bombo y platillo, se hallaba arrumbado en una esquina sin uso, quién sabe si con posibilidad de ser utilizado o ya no (es broma).

.- Tuve que ir un par de veces a Motril, por una ruta paralela a la costa del Sol. Pude visitar furtivamente playas de la zona y divisar paisajes bellísimos con pequeñas viviendas en lugares imposibles… que quién los pillara, ni en una roa-muvi de esas...



En este finde de transición Málaga-Alemania más corto debido a que el domingo era el día de tomar aviones, aproveché hasta la última gota del sábado para quedar con amiguitos  a tapear, cafetear y tomar copitas en Sevilla, así como darme un voltio al centro para ver una gran peli en el cine Alameda. No sé por qué pero ver pelis en este cine, junto con el acto ritual de volver a casa por esas calles estrechitas del centro hace que se eleve la experiencia a su máxima potencia, agudizada más aún si cabe si se hace en épocas de frío. Si algún día no puedo hacerlo, perderé una parte insustituible de mi día a día. Más vale seguir teniendo findes libres o al menos sitios análogos donde hacer esto si finalmente (como el Destino se empeña ya en señalar) tengo que alejarme de Sevilla.

Y a ver si al menos los findes se hacen un pelín más relajados, porque entre la feria del pueblo, querer ir a Cádiz de vez en cuan, avión de ida y de vuelta, tapitas, almuerzos y demás… tengo mi última superproducción humana ahí aparcada y lo que es trabajo le queda poco, sólo algo de tiempo…

Y bien, esta semana en Alemania estaré para recibir un curso de software. Es un software que me interesa mucho por varias razones. Uno, que es común para muchas máquinas, desde equipos de radiología hasta resonancias magnéticas, escáneres o PET, con lo cual podré vichear un poco y acabar aprendiendo a obtener este tipo de pruebas en pacientes tal y como lo haría un técnico a tal efecto. Otro, que el software también cuenta con funcionalidades concretas dirigidas al aspecto técnico y de diagnóstico de problemas, con lo cual es un primer paso para aprender este oficio, y no simplemente viendo a otros trabajar, que aunque también se aprende mucho, no deja de ser menos “oficial”.

Por aquí me han dicho que los morenos tienen mucho éxito entre las mujeres, igual que las rubias en España, por eso de que son poco frecuentes. Hay que joderse, va a ver que venirse aquí  pa triunfar, y aunque sea la misma persona humana, en Alemania triunfas pero en Espña eres uno del montón. Pues ahora el que no quiere soy yo :)

Como siempre, esto demuestra que siempre queremos lo que no podemos tener (morenos en Alemania y rubias en España).

Se esperan temperaturas mínimas de 0ºC en donde voy a estar, así que he tenido que echar un abrigo, jerseys de cuello alto y botas, cargando con todo en Sevilla donde teníamos más de 30ºC. El taxista al verme con el abrigo al brazo antes de darme las buenas tardes ni me ha dicho “Eso no te lo pondrás aquí ¿verdad?”

Es que aquí la gente tiene mucha guasa.

PD. Alguien ha dejado unas chanclas abandonadas en la terminal. ¿Qué historia habrá detrás de estas chanclas? ¿Qué hace que alguien las deje abandonadas justo antes de embarcar cuando ya ha pasado todas las medidas de seguridad? ¿Tendría calzado de repuesto? ¿Dejó de facturar otros pares de zapatos con premeditación para abandonar las chanclas aquí y tener repuesto? ¿Por qué aquí  y no en otro lado?
La foto la llamaré ”chanclas abandonadas en aeropuerto”, para cuando haga una exposición  de las fotos realizadas por ahí.


Claudio :: lunes, 15 de septiembre de 2008 a las 11:02 p. m. :: 1 comentario(s)

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