viernes, 7 de julio de 2006

La capilla de todas las almas (II)

Con eso de dormir tan pocas horas, dado que me había ido a la cama tarde y se hacía necesario amoldarse al horario británico más que nada por la comida, durante todo el viaje me di al black coffee, aunque eso no impidió lucir unas estupendas ojeras todo el rato, como luego quedaría bien patente en los testimonios gráficos del viaje.
¿Y qué crees que sería lo primero que iríamos a ver? Pues claro, el reloj famoso, el imponente Big Ben, el reloj en donde Willy Fog se dio cuenta de que aún estaba a tiempo de ganar su apuesta :)
Así que metro directo a Houses of Parliament sería nuestra primera parada. Nada más salir de la boca de metro, aparece imponentemente ese pedazo de bisharraco, hay que reconocer que impone, y ya empiezas a hacerte una idea del gusto por la ornamentación dorada que tienen los británicos (en el Big Ben, en los edificios, en numerosas estatuas, en las rejas de Buckingham Palace...) Después de las fotitos de rigor y tal, llegamos a una conclusión más o menos unánime: todos nos las esperábamos más alto y delgado. Manteniendo el mismo espesor, nos lo esperábamos con algunos metros más :)
Junto al Big Ben se encuentra la Abadía de Westminster, ahora de máxima actualidad por la peli del Código Da Vinci. De hecho pudían verse cartelitos y demás ofertas tales como "La ruta del Código" y cosas así, que eran visitas guiadas por Londres monotemáticas sobre el codigo. En fin.
El interior de la Abadía chula, pa que negarlo. Yo, como físico, me quedo sin duda con la tumba de Newton, a la que aunque estaba prohibido hacerlo, le tomé una fotografía de estrangis con el móvil; ser físico y no captar esa instantánea sí que me parecía un sacrilegio, que a fin de cuentas es Newton el que me da de comer :)
Curiosidades:
a) En su tumba, a modo de epitafio aparece el desarrollo de su famoso binomio (concretamente de orden m), y una inscripción que dice tal que así:
El binomio de Newton de grado m
"Aqui descansa
Sir ISAAC NEWTON, Caballero
que con fuerza mental casi divina
demostró el primero,
con su resplandeciente matematica,
los movimientos y figuras de los planetas,
los senderos de los cometas y el flujo y reflujo del Oceano.
Investigó cuidadosamente
las diferentes refrangibilidades de los rayos de luz
y las propiedades de los colores originados por aquellos.
Intérprete, laborioso, sagaz y fiel
de la Naturaleza, Antigüedad, y de la Santa Escritura
defendió en su Filosofia la Majestad del Todopoderoso
y manifestó en su conducta la sencillez del Evangelio.
Dad las gracias, mortales,
al que ha existido así, y tan grandemente como adorno de la raza humana.

Nació el 25 de diciembre de 1642; falleció el 20 de marzo de 1727. "

Pues eso, dad gracias, mortales.

b) En la peli del Código Da Vinci hay gran parte de ficción, como por ejemplo esta fotografía. Es imposible hacersela en la vida real, porque la parte frontal a la tumba de Newton está cerrada al público. Sólo puede visitarse por los laterales :)

En fin, que aparte de la arquitectura y el arte que hay en la abadía, también es digno de ver diversas placas conmemorativas en honor de insignes científicos, como Darwin, Joule o Stokes. Chiribitas que te hacen los ojos.
A continuación, visita a Trafalgar Square. Es una plaza donde, a modo de recochineo para cuando españolitos como nosotros vamos a Londres, se ubica un monumento en conmemoración de la auténtica paliza que le dieron a las tropas de Napoleón (bueno, más bien a borrachos, delincuentes, también niños y demás que pudo reclutar en las tabernas gaditanas allá por 1805, sin saber muy bien a dónde iban...) en la batalla del mismo nombre. Por desgracia (¿o no?) justo en aquel momento estaba tapada para ser restaurada, aunque los enormes leones que la flanquean se podían ver parcialmente. Bueno, al menos nos hicimos unas fotillos frente a las National Galleries, justo al lado.
Sin tiempo que perder, ponemos rumbo al barrio de Camden. Camden es una especie de mini guetto o barrio temático. Es algo así como un barrio donde se concentran las tiendas más extrañas y frikis del globo. Me contaron que era el sitio preferido para vivir los hippies. Hay tiendas muy llamativas, con grandes letreros y figuras en las fachadas. Hay muchísimos sitios donde hacerse tatuajes, piercings, comprar ropa de cuero... La cosa es que hay tiendas muy especializadas en alguna fricada: comics, ropa militar, ropa "hágaselo usted mismo", ropa con letreros cachondos, tiendas de madera (¿?), tienda de temática hip-hop, tienda de temática tecno, tienda de temática gótica, tienda de ropa asiática (¿?), tienda "encuentre su propio karma"... yo qué sé. También pudimos dar fe de la fiebre por los musicales. Musicales por todas partes.
También hay muchísimas tiendas de comida, de todos los lugares del mundo. Y además compiten en una lucha feroz; vas andando y te asaltan literalmente agarrándote por el brazo y pidiéndote que pruebes su comida. Nosotros de hecho comimos aquí. Yo me decidí por una oferta interesante: una mezcla de todo un poco de comida china. A mí me gustó bastante, aunque no pude comermelo todo (demasiada cantidad, leñe), y teniendo en cuenta lo caro que es Londres, nos salió muy bien de precio.
Por cierto, de día, vayas donde vayas, Londres huele a comida. En todas partes huele exquisitamente bien, pero eso: a viandas.
Por la tarde, tras una visita al Museo Británico para, sobre todo, hacernos unas fotos en la Piedra Rosetta (otra vez, nos la esperábamos más pequeñita, y sobre todo, con menos espesor...) y admirar la imponente biblioteca (ahí sí que se tiene que estudiar bien, je je), nos dedicamos a hacer visitas más o menos comerciales: Convent Garden (aquí también hay muchos artistas, mimos y demás actuando en la calle; nosotros estuvimos escuchando un ratín a un cuarteto de cuerda que además eran medio actores), Picadilly Circus (los paneles electrónicos de publicidad que han inspirado TODAS las ciudades futuristas en el cine) y Harrods, en Knightsbridge. Como simpáticamente me comentaron, Harrods es como aquí el Corte Inglés, pero más bestia (más pijo aún, quiero decir) no en vano el dueño de la criatura es el Mohamed Al-Fayed, el padre de Dodi, sí hombre, el que se mató con Lady Di...
Pues eso, es como un Cortinglé pero más pijo, más ostentoso y más grande. Hay de todo y muy caro, y te tienes que poner a los pies de las señoras de todo Dios y reiterarles el testimonio de su estimación más distinguida. Por supuesto las dependientas de las tiendas de ropa de las mejores marcas en vez de hacer entrevistas de trabajo, hacen un castrin... y la mayoría son rubias.
Ya cansados, fuimos pensando en la retirada. Un paseo por Hyde Park-Kensington Garden, un auténtico pulmón para la ciudad, tan grande que una vez dentro puedes dejar de ver la ciudad en todo el horizonte que te rodea. El lago artificial con sus patitos y todo y el imponente Royal Albert Hall (pedazo de auditorio inaugurado en 1871 y que cuenta con el órgano más grande de Inglaterra, por si no tenían bastante con el Gherkin :P ) y el Albert Memorial: una pedazo de estatua dorada en memoria del príncipe consorte Alberto que casó con la Reina Victoria y bla bla bla.
Así, acabamos cenando (previo marrón sugerencia de servidor) en un restaurante griego, bueno más bien un "Greek Taverna" que se llamaba Kalamaras. Ya que la comida británica no tiene tan buena fama, qué mejor que la abundante oferta en comida internacional. Yo creo que así siempre se acierta. Yo al menos lo disfruté como un enano.
Eso sí, nos atendió una camarera de Barcelona que nos trató muy bien, y pensándolo bien: en el desayuno en el hotel también nos atendió una española, y en donde desayunamos al día siguiente también, y cada dos por tres conversaciones en castellano a tu alrededor...
Si va a ser verdad que "El andalú hase farta..."

Pd. Fotos muy buenas de los sitios a los que hago referencia y muchos más, clasificados por zonas, aquí.

Claudio :: viernes, 7 de julio de 2006 a las 4:26 p. m. :: 2 comentario(s)

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