domingo, 2 de julio de 2006
Un pequeño inciso

En la narración de mi viaje a Londres para contar un par de cosas importantes. Esta semana he retomado el ritmo de estudio
güeno, güeno, güeno-güeno de verdad de mañana y tarde a razón de unas siete horas diarias, y entre eso y volver a casa para ponerme con la lectura rápida se me ha ido el tiempo sin poder escribir.
Pero sin duda próximamente proseguiré con el relato, que no cunda el pánico. Quiero hacerlo cuanto antes para que no se me olviden los detalles interesantes (y la verdad no sé de dónde sacaré el tiempo, por razones que
aluego expondré).
A modo de pequeña pincelada, os contaré que a raíz de el post que escribió
Ababol el domingo pasado, he podido comprobar una vez más que todas las sensaciones que se tienen, a su vez, ya poseen un nombre concreto; y resulta que por ser capaz de soñar consciente de que lo que me rodea es un sueño, soy un Onironauta.
Ya conté en una ocasión que mi mejor época onironauta fue en la infancia, pero que a medida que fui creciendo perdí esa capacidad. Sin embargo, a raíz de
esto que expliqué
aquí, y tal como dice wikipedia que es posible hacer(apuntado por Ababol), me dediqué a realizar ejercicios antes de acostarme para volver a convertirme en un onironauta. El caso es que tras unos 15 días haciendo ejercicios, en diciembre pasado volví a tener una segunda época dorada onironauta, en la que llegué a contar hasta 4 sueños
onironaúticos a cada cual más fascinante. Hasta llegué a descubrir aspectos inéditos de mis sueños y de cómo es el proceso cognitivo en un sueño. En fin apasionante.
No sé muy bien por qué, (supongo que fue porque conseguí dejar de tener pesadillas) pero desde diciembre dejé de tener sueños así. Pero a raíz del post de Ababol, de nuevo me he propuesto conseguirlo, y llevo una semana haciendo ejercicios para tratar de convertirme en un onironauta más asiduo. Aún no lo he conseguido (supongo que como en diciembre necesitaré otra semana), pero sí es verdad que esta semana los sueños han sido más profundos y fáciles de recordar, y en concreto el miércoles estuve a punto de conseguirlo, porque me extrañé de que existiera una puerta cerca de mi casa que en la realidad no existe (sólo me faltó concluir con un "claro, es que esto es un sueño" que no llegó).
El caso es que hoy también he tenido un sueño muy nítido, y al final me he alegrado lo indecible de que aún no haya sido capaz de darme cuenta de que aquello era un sueño. He soñado que tenía visita (alguien que existe y a quien reconocí). Yo estaba en el dormitorio de mi hermano, en Cádiz, y ella entraba. Era de día. Hablaba conmigo y al rato cerraba con llave la puerta (pestillo que por cierto en la realidad no existe). Entonces se acercaba a mí y me besaba. Es lo bueno de los sueños, que a veces los sientes como reales. Y es que juro y perjuro que sentí la calidez de su boca, su aliento húmedo y la suavidad de su lengua, que movía muy lentamente acariciando mi lengua. Recuerdo que al poco de iniciar ese beso, los dos caímos de lado en la cama, sin apartar nuestras bocas entre ellas, ni deshacer nuestro abrazo. Para mí ese beso ha sido real, porque lo he sentido exactamente igual que si fuera real, al menos hasta que desperté, y me di cuenta que lo que sentía en mi boca no era más que mi férula, y que efectivamente estaba en la cama boca abajo, en la misma postura en la que caímos, que es en la que yo suelo dormir. Así que si hubiera sabido de antemano que aquello era un sueño, entonces nunca lo habría sentido como real, sino como eso: como un sueño. Hoy proseguiré con mis ejercicios a ver si consigo de nuevo convertirme en un onironauta de prestigio, pero ojalá que no lo consiga en sueños como éste.
Y por último decir que mañana regreso a Cádiz hasta Septiembre, como es tradición. De nuevo toca aislamiento total (de hecho los próximos 15 días, por otros motivos, van a ser de entrega total, así que es lo que toca). Espero poder sacar tiempo para seguir estando atento al correo, a los blogs que me interesan y para seguir escribiendo aquí, pero por desgracia no será con toda la asiduidad que me gustaría. Pero bueno, nunca se sabe. Lo mismo doy la sorpresa.
Pues eso, cuídense y los que tengan vacaciones, que la disfruten.
Pd. Curiosamente hoy, y sólo hoy, con la noche tan "movidita" que he tenido, al encender el teléfono por la mañana, me han llegado dos llamadas perdidas: una de un número oculto a las 4:15 de la madrugada y otro a las 7:20 de la mañana de un número que no es oculto pero sí desconocido (prefijo de Cádiz):
a) A veces me preguntan que por qué apago siempre el móvil por la noche. Ésta es la principal razón. Yo de noche duermo, y para las emergencias que me llamen al fijo (a veces, en ocasiones muy puntuales, también lo descuelgo)...
b) Es lo bueno de tener la conciencia tranquila: ni me he preocupado por la llamada, ni he investigado qué número es ni, por supuesto, he devuelto la llamada. Si alguien está interesado/a, que insista. Qué suerte tengo. En otra época, otro gallo me cantaría.
Claudio ::
domingo, 2 de julio de 2006 a las 12:07 a. m. ::

-------------------------------------