viernes, 3 de noviembre de 2006
Jalogüín
Como siempre, y no en el sentido de
aquello que escribí en su día (bueno, quizá un poco sí), el martes volvió a cumplirse aquella máxima que dice que un día, cuanto menos te los propones, menos ganas tienes o cuanto peor pinta el asunto, resulta que ese plan en principio insulso que tenías, acaba siendo la leche.
El martes fue un día duro. Aparte de estudiar, ir a clase particular con 30º a la sombra, lo cual ya me hace desear que llegue de una vez el invierno... (que apetece) ya a última hora de la tarde empecé a tener dolor de cabeza. A eso de las 8 de la tarde empecé también a notar esa sensación como el año pasado a estas alturas, en que te das cuenta de que es el momento de cargar la maleta y salir disparado fuera de aquí unos días. Bueno, algo parecido a lo que contaba en posts anteriores.
A las 9, tras la ducha y un buen rato pensando si cogía el coche o no, al final decidí coger el bus, algo que aún no entiendo por qué, puesto que la idea era volver tempranito ya que el miércoles había que estudiar.
Es que con esto de que el miércoles era fiesta, el martes se convirtió en un Marnes. Había fiesta de
Jalogüín en el Instituto Norteamericano, lo cual implicaría lo típico de los jueves y además tías disfrazadas de vampiresas y diablillas.
Total, que a las 10 ya estábamos allí empezando con el vinito y las patatitas de gratis.
Después a comer algo, que con el estómago vació empezó eso ya a subir de mala manera y no era plan de cogerla tan pronto... De todos modos el intento fue en vano, y cuando fui al servicio el puntito ya había subido (como siempre) mi ya de por sí alto nivel de sensibilidad, así que decidí hacerle una foto al infinito (nótese además que fue tomada justo a las doce de la noche):

Después tiramos al pub irlandés. Como el año pasado, se lo tomaron en serio, y decoraron todo con tela de araña artificial, muy tétrico y chulo. Hasta los camareros (simpáticos donde los haya) se habían disfrazado de esqueletos...
Esta gente con la papa empezaron a tontear con el decorado, y no pararon hasta que mangaron un par de gorritos de atrezzo, que por supuesto empezaron a rular de cabeza en cabeza.
En Elefunk como siempre se estaba bien. Allí empezamos a mover un poquito el esqueleto a ritmo de foxtrot primero y de James Brown después. Inaudito.
No sé a cuento de qué, volvimos al Irlandés ¿? y allí seguimos privando :)
Total, que nos dieron las mil, y ya tuve que renunciar a la idea de estudiar por la mañana. Haciendo uso de mi más patética faceta borrachuza (para qué negarlo) me hice coleguita de dos desconocidos tan borrachuzos como yo, que preguntaban por Reina Mercedes. Total, como yo iba en su misma dirección, pues les dije que nos hiciéramos coleguitas de viaje.
Y dicho y hecho. Resultaron ser dos tipos, uno de Granada y otro de Jaén que llevaban apenas 2 semanas aquí. Habían empezado un curso de grado superior de obtención de imágenes radiológicas, o algo así. Así que con eso ya tuvimos tema de conversación todo el camino. También se rieron bastante con mi nombre (mis dos nombres) y hasta yo me reí je je. Total, que nos hicimos unas fotos y todo, coleguitas de borrachera de por vida.
Así que a lo tonto, llegué a casita "tempranito": a las siete de la mañana. ¿Y qué hace un borrachuzo como yo por la calle a las seis y media de la mañana, solo, muy beodo, con un gorro de bruja de difícil descripción a la altura de la facultad de Farmacia? Pues fácil: hacerse una foto para que sus fan y sus
fon en todo el mundo puedan verlo ¿A que parezco Darkman? :)

Efectivamente, al día siguiente no tuve
cohone de levantarme hasta las 2 de la tarde, pero con la juerguecita de marras había conseguido aplazar las ganas de viajar (y más me vale, porque la cartera sigue protestando) y con unas ganas de estudiar de 4 a 8 de la tarde... aun siendo festivo.
Y mañana barbacoa. Y noto que la inspiración llega y debería dedicarle todo mi tiempo...
Claudio ::
viernes, 3 de noviembre de 2006 a las 11:38 p. m. ::

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