sábado, 30 de septiembre de 2006

Impresiones

Foto: Ira BordoLo de las pesadillas últimamente está muy tranquilo. Mira que tengo pocas pesadillas, pero no falla, cada vez que tengo una, algo pasa. Yo creía que tenía relación con mi entorno, pero se ve que (como pasaba en la peli de Los Inmortales) si no puede ser, el efecto escapa de manera impredecible.
Desde Abril no volví a tener pesadillas, hasta Julio. Fue una pesadilla hiper-realista. Sólo recuerdo que iba en un coche, conducía yo mismo, y a mi lado iba mi padre. De repente, cuando quise darme cuenta me había salido de la carretera. Miré por la ventanilla hacia abajo y vi árboles, rocas y un riachuelo, habría unos cien metros de caída. Empecé a sentir como la gravedad aparente descendía; las tripas subían en mi interior, como cuando montas en las atracciones o en avión. Me horroricé y pensé “Así que es esto lo que se siente. Así es como muero.” Vi como el río se acercaba y el coche adquiría más y más velocidad, el corazón se aceleró, pensé que mi única oportunidad era hacerme una bola. Cogí del cuello a mi padre y le obligué a que se agachara hacia la palanca de cambios, y yo me metí bajo el volante. Cerré los ojos fuerte y pensé “quiero que esto acabe cuanto antes”.
Entonces volví a abrirlos con el corazón en la garganta, me incorporé y vi que estaba en mi cama.
Me alegré de que todo aquello se acabara. Y justo después pensé en qué podría pasar. Quién estaría en peligro. No podía ser. Yo estaba en Cádiz con mis padres y aparentemente esta vez no pasaría nada. A fin de cuentas es una estupidez que sólo está en mi cabeza; yo mismo asocio mis pesadillas con las cosas que pasan.

Esta vez lo asocié a que fue el día del accidente de metro de Valencia, unas tres horas después de despertar.

Por suerte desde Julio no he vuelto a tener más pesadillas. He estado todo el verano haciendo ejercicios para controlar los sueños y darme cuenta de cuándo estoy en uno, igual que conseguí en Enero, pero esta vez no lo he conseguido. Qué cosas.

De pequeño me pasaba también que uno tiene ideas que no sabe muy bien de dónde salen, pero que con el tiempo se convierten en verdad absoluta e inamovible. Son ideas que no aparecen instantáneamente en un sueño, visión ni flashback, sino que se hacen hueco en tu conciencia de forma continua hasta que con el tiempo lo asumes.
Así por ejemplo a mí siempre me pasó con eso de hacer la mili. De pequeño mi padre me decía en broma “ya te enderezarán en la mili,” y yo siempre contestaba “yo no voy a hacer la mili”. Y todo quedaba ahí. Con el tiempo, mi hermano mayor fue a la mili y me seguía metiendo baza con ello, incluso cuando yo arreglaba los papeles para la prórroga. Yo le seguía diciendo que no la haría, no sabía por qué, qué pasaría, cómo me libraría, pero estaba seguro de que no la haría. Mi hermano seguía diciendo que la haría, el tiempo se me echaba encima y me decía que no hiciera locuras como negarme a hacerla o algo así… Y la cosa es que yo estaba tranquilo.
Justo el año en que acababa la carrera y por lo tanto no podía solicitar más prórrogas, la mili desapareció y finalmente me libré. Es curioso eso del destino, si hubiera tardado 5 años en vez de 6 en hacer la carrera (el último año con 3 asignaturas, por eso no me importó tanto, je je) no me habría librado. Yo incluso pensé en hacerme insumiso, no concebía la idea de pasar por aquella experiencia. Y es curioso, porque entonces no podría optar a hacer unas oposiciones (ser insumiso conllevaba una ruptura total con el Estado), y eso tampoco lo concibo. Yo ya sé lo que es levantarte cada mañana y decir “Oh, no” por un trabajo que no te llena y que no cumple su primordial función: permitirte vivir. Ahora no concibo un trabajo así en mi vida (pero bueno, nunca se sabe).
Es lo que me pasa en cierto modo con eso de casarme. A día de hoy no lo concibo, y la verdad es que nunca lo he concebido. Lo bueno de planteárselo así es que si estoy equivocado, será una sorpresa, y si no, pues como ya está asumido… :)
No sé desde cuando, pero últimamente me ronda una idea que no sé de donde ha salido, pero que cada vez la estoy teniendo más asumida. ¿Qué pasaría si apruebo las oposiciones, digamos a los 30 años, y me detectan un cáncer a los 35? No sé por qué pero últimamente me ronda por la cabeza la idea de que moriré prematuramente. Sé que es una estupidez, no tiene razón de ser, pero yo qué sé. Veo las estadísticas de afectados por enfermedades incurables, los accidentes de tráfico (ya sabemos que yo cojo la carretera con mucha frecuencia)… ¿Por qué no iba a tocarme a mí?
Y ya ni me parece injusto que me tocara. Lo que me parece injusto es no saberlo con certeza, porque me parece más triste que llegue el momento de morir y ser consciente de que he perdido el tiempo que la enfermedad en sí.
Si supiera que iba a morir a los X años, haría todo lo que para mí es obligado en la vida, y así por muy pequeño que sea X para mí no sería triste. Y quizá sea un error plantearse la vida, ante la duda, con las perspectivas más optimistas.
¿Qué hago entonces? ¿No es un error también olvidarse de todo, coger la mochila y echarse al mundo como si mañana fuera el último día? Por eso digo, lo suyo sería saber qué va a pasar y actuar en consecuencia.
Pero bueno, por ahora estoy tranquilo, otra de las “impresiones” que he tenido desde muy pequeño es que algún día haré un viaje al espacio exterior. Ésta es más tonta todavía, nunca he sabido cómo, pero estoy seguro. Y creo que ya empieza a aclararse, con esto de los proyectos que existen para fletar tours espaciales asequibles para el gran público de aquí a 20 años. (Creo que me pillará).
Y por si acaso, me estoy planteando cambiar mi paupérrimo coche, que aunque va como la seda se sabe que con su edad tienen problemas de un segundo a otro, y no quiero que me coja en la autopista entre Sevilla y Cádiz a 120 Km/h y saber qué se siente. Ya veré cómo me lo monto. Por lo pronto no paso de los 100 Km/h :)

Buen finde amiguitos.

Pd. Mi amiga T. ha estado en Nueva York este verano. Mira que le tenía dicho que me avisara… será… ….. …. Estoy entrando en trance…. Mmmm…..szzzz… los ojos se me vuelven del revés….
Creo que algún día iré a Nueva York. :)

Pd2. Y mi amigo C., el tío con más suerte del mundo mundial, ha estado en Valencia por trabajo, y en dos días le presentaron a Cañizares (en un bar de copas) y aún mejor, al mismísimo Pedro Duque en el aeropuerto, el cual le contó cositas sobre sus nuevos proyectos. Qué envidia, estoy deseando verle para estrechar la mano que estrechó la mano de ese crack de los astronautas… :)

Claudio :: sábado, 30 de septiembre de 2006 a las 8:43 p. m. :: 6 comentario(s)

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