sábado, 6 de octubre de 2007

Ja, cada día me parto más la caja con
Escenas de Matrimonio, y eso que siempre he sido un incondicional de Camera Café, pero ahora ya no sabría cuál elegir. Es curioso además que la serie no tiene un término medio, la gente flipa o echa pestes de él.
Y a mí me parece genial, aparte de por las bestialidades que se vierten en él y el reflejo irónico de la vida en pareja que muestra, pues porque echo un rato de risas buenísmo.
Ya mi madre me ha dado un par de toques y me ha dicho que no debería verla, "
con la poca cuenta que echas de novia lo que te hacía falta encima es ver estas cosas".
Y qué decir del nuevo modelo de familia que proponen con la pareja más joven (Sonia y Miguel en la serie): Él un aspirante a escritor que se pasa el día en casa escribiendo la que será su gran obra la cual le abrirá las puertas de la fama (supuestamente también cuida de la casa), mientras ella se pasa el día trabajando y manteniéndole, orgullosa de su trabajo y sueldo y de tener al perfecto amante por las noches.
Para mí la vida perfecta. Tener en casa a una tía buenísima que se encarga de traer dinero y lo único que te pide es que la casa esté limpia y que por la noche cumplas (lo cual no es difícil porque te tiene totalmente idealizado).
Sobre esto pensé que curiosamente no hace muchos años se consideraba para un hombre un fracaso que su mujer trabajar, como si eso supusiera menor valor para el hombre, y todos sabemos que muchos hombres se negaban a que su pareja tuviera vida profesional, y frases como "
yo me encargo de traer todo lo que necesites, en mi casa mi mujer no trabaja" eran muy comunes. Y se ve que a las mujeres también le caló bastante esta doctrina, por eso con la llamada "liberación de la mujer" lo primero que ha hecho ha sido salir escopetada a los puestos de trabajo.
Y a lo mejor en ese punto deberían haberse sentado un momento a reflexionar.
Ojalá en mi vida acabara viviendo con una tía buenísima que trabajara para mí mientras yo me dedicaba a estar en casa trabajando en mi obra y encima me considerara su pequeño objeto sexual. Vamos, que para mí eso no sería ni una vergüenza, sino más bien una fuente de felicidad indefinida y una razón para ir por ahí presumiendo :)
Pd. Estoy ahí intentando escribir algo, pero se ve que tengo algo metido en la cabeza y no me deja, no hago más que darle vueltas a lo mismo y siempre me salen cosas como
ésta.
:D
Claudio ::
sábado, 6 de octubre de 2007 a las 8:13 p. m. ::

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