domingo, 5 de noviembre de 2006
Yo soy la muerte

Al final la barbacoa estuvo bastante bien. Con esto de haberme desmadrado más de la cuenta el martes, casi que no me apetecía mucho asistir, pero tampoco era plan de no ir...
Así que bien, era en un palacete a las afueras de una ciudad dormitorio, bastante complicado de encontrar, pero que resultó estar estupendo. Bien cuidado, con todos su detalles, piscina... Y mucha gente maja. La verdad es que fue un gustazo.
El cumpleaños era de P, la conozco desde hace 6 años, porque estábamos en las mismas clases de bailes de salón de la Universidad. Qué tiempos aquellos, y la de fiestas que hemos pasado juntos... En fin, que con semejante parentezco, pues pronto surgieron los piques "venga Claudio, vamos a bailar una salsa" y yo "bueno venga, pero que conste que hace más de un año que no doy ni un paso, y además con las botas..."
Entre que era su cumpleaños y que la salsa era estupenda, esa que decía aquello de
Yo soy la muerte del Gran Combo, pues no tenía escapatoria y me arranqué. Y por suerte todo fue bien, eso de bailar salsa es como andar en bicicleta, que nunca se olvida. Al principio no sabía qué hacer, pero ya poco a poco vas recordando y empiezas a hacer figuras (yo me sorprendí de lo suelto e imaginativo que anduve). La diferencia es que ahora haces figuras y ya no te acuerdas de cómo se llaman, sólo cómo se hacen :)
Ahora, lo que no perdona la falta de práctica es que ahora uno tiene menos aguante. Imposible bailar dos salsas seguidas. Y además hoy me he levantado con agujetas en la zona de la cadera... Lamentable.
Y la verdad, uno se pica; por enésima vez, pienso en que debería volver a las pistas de baile...
Claudio ::
domingo, 5 de noviembre de 2006 a las 11:14 p. m. ::

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