martes, 27 de febrero de 2007

Para que el día de mañana pueda reclamar

"Ahora viene lo mejón... ahora viene ehta coza de diario... lah güena, güena, güena, güena de verdad home..."
Luis Lara. Curso Dandalú.

Una ex me contó una vez (precisamente el día en que quedamos para tomar un café y de paso decirme que me dejaba, aunque confieso que me sorprendió y la excusa no fue ninguna de entre las 69 estándar, todo un logro) que llegó a obsesionarse tanto por un tío con el que se enrolló que llegó a leer los esemeeses del nota a escondidas, tratando de aclarar si existía una tercera persona. Hablábamos de las obsesiones que a veces puede provocar un o una amante, y le confesé que aunque yo también había hecho bastantes gilipolleces fruto de esas obsesiones (¿y quién no?), nunca había llegado a tales extremos.
Ante eso, me hizo una pregunta que me dio muchísimo que pensar. Y no sólo por la pregunta en sí, sino también por la absoluta convicción y naturalidad con la que la hizo:

-Si tú pudieras ¿no lo harías?

Y es que hasta ese momento hubiera contestado que no sin pensarlo, pero aquella pregunta formulada por aquella persona me hizo ver el asunto de otra manera. Fue entonces cuando me di cuenta de que todos, absolutamente todos, somos susceptibles en un momento dado, bajo ciertas circunstancias, a sacar lo peor de nosotros mismos o incluso lo peor del género humano, incluso a sacar aquello que más odiamos de los demás.
Es más, si pudiéramos entrar en la correspondencia, esemeeses, correos electrónicos etc ajenos impunemente, a absolutamente todos le encontraríamos trapos sucios. Sin excepciones. Como mínimo mentirijillas y alguna que otra hipocresía o cinismo para con quien les consideran amigos...
Yo ya pensaba que había personas que sistemáticamente negaban sus culpas mientras que no le presentaran las pruebas irrefutables del delito ante la mismísima cara, pero creí que era casi exclusivo de los políticos y sus reglas del juego o a gente con cierto poder social (de hecho llegué a esa conclusión cuando Clinton negó ante la Biblia, la Constitución y ante todo un país que la becaria se la hubiera chupado, hasta que le presentaron el vestido con su propio semen y dijo aquello de que para él una mamadita no era sexo).
Sin embargo aquella tarde pasó a la historia no porque aquélla me dejara (total, sólo me duró 3 fines de semanas, después mejoraría el récord y la siguiente amante me duró una sola noche), sino porque generalicé más el concepto y me di cuenta de que era extensible a todo ser humano (a hente de tó lao) incluyéndome a mí. Y pensé que quizá formaba parte de la misma naturaleza humana. La cuestión no es ya quién o qué es lo que se hace, sino ir un paso más allá y tratar de comprender qué contexto le llevó a comportarse así.
Todo esto viene a cuento de la historia principal de esta entrada. ¿Qué hacéis cuando vais por la calle y veis un cartelito escrito a mano pegado con celo en cualquier parte? Pues claro: leerlo. Ya sea un anuncio cutre de búsqueda de compañero de piso, una broma entre amigos o un simple cartel en una tienda donde diga "Vuelvo en seguida". Ahí se demuestra mi teoría: el impulso natural de las personas es el de leer la correspondencia ajena, así que ante esa oportunidad de hacerlo... pues se hace.
El viernes volvía del gimnasio y me encontré con un papelito de éstos, junto a una piedra y en lo arto de un coche... Suena raro ¿que no? Pues como haría cualquier hijo de vecino, lo leí... hasta ahí podíamos llegar.
Y para suerte vuestra, y como buen vividor observador que capta lo que le rodea para ponerlo a disposición de la gente anónima, nada cotilla, que me lee a diario y dadas las circunstancias, también le hice una pequeña foto:



Y además con el arma homicida al ladito, para evitar suspicacias, es que después de todo la generosidad humana no tiene límites...

Ah, y en otro orden de cosas, resulta que hoy ya se ha hecho oficial el rotundo fracaso con mi examen. De hecho he estado comparando y he sacado menos (que ya es decir) que la primera vez que me presenté, aquella vez que estudiaba apenas 3 horas diarias durante 5 meses por las tardes después de volver del curro. Se ve que estudiar 10 meses a razón de 7 horas diarias no ha hecho más que empeorar las cosas (y los simulacros, y comprar libros y apuntes, y el braintraining, y las técnicas de lectura comprensiva, y las pirulas...) o quizá es que más que estudiar debería ponerme a aprender a desenseñar cómo se deshacen las cosas... porque vamos...
Pero bueno, las "valoraciones" y demás las haremos otro día si es que se puede valorar algo así. Me pondré en plan como los políticos/juntas de accionistas y sacaré las cosas buenas de este asunto del tipo "es el año que menos he bajado" o "he reducido la distancia con mi más directo competidor, el cual ha bajado más" etc etc.
Que por ahora voy a seguir japi (una que yo me sé me está pegando esta expresión ;-) ) y seguiré pensando:
a) Que después del juernes de la semana pasada y la barbacoa de este finde donde me puse cerdo cerdo de choriso, bisteles y demás guarreridas, ya estoy pensando en mañana marnes, que el miércoles es fiesta en Andalucía. (Es que el 28 de Febrero se conmemora el referéndum que ratificó el primer estatuto de la comunidad, pero no el de hace 2 semanas, sino el de 1980; que todo hay que decírtelo Laura :D )
b) El concierto de Yann Tiersen el viernes que viene.
c) Tachán tachán... la semana que viene me voy el finde a una ciudad que ya he dicho varias veces que me apasiona, que acaba por Z y que, evidentemente, no es Cádiz... ¿?

Y después ya se verá...

Pd-Propinilla por si no habéis tenido suficiente. Ayer con esto de que echaron la peli, estuve revisando esta musiquilla. Para mí, uno de los paradigmas, lección número 0 de cómo se debe hacer música para cine. Hans Zimmer: Hospital Chaos (BSO Perl Harbor)



Yo que tú me quedaba hasta el minuto 2:20 al menos. Para que no digan por ahí que sólo pongo chunda chunda... :D

Claudio :: martes, 27 de febrero de 2007 a las 12:10 a. m. :: 6 comentario(s)

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viernes, 23 de febrero de 2007

Mentiras

Hoy hablando con mi alumno, me contaba:

-Pues sí, este fin de semana no podré salir, tengo examen el lunes. Llevo ya 2 viernes sin salir.

-Bueno, ya sabes que de vez en cuando es necesario hacer un esfuerzo de ese tipo si quieres aprobar. Y si te esfuerzas ahora, podrás salir próximos viernes, y con más ganas, con la satisfacción del deber cumplido...

Hoy he sido consciente por primera vez de que yo también estoy contribuyendo a extender la falsa idea de que si estudias tu futuro será mejor, igual que me contaron a mí cuando tenía su edad.
Hoy he sido consciente de que le he mentido, y que llevo años haciéndolo a todos mis alumnos. Y quizá llevo tanto tiempo haciéndolo porque de tanto que me lo dijeron, acabé creyéndolo, y ahora es una idea tan arraigada en mí que soy incapaz de contarle la auténtica verdad.
Y me siento mal por mentirle. Y por el hecho de que seguiré haciéndolo. Quizá la diferencia sea que los que me decían que había que estudiar para ser un hombre de provecho el día de mañana, realmente creían que era verdad, y yo lo digo sabiendo fehacientemente que la verdad es otra.

Más vale que la cosa cambie y pronto, porque no sé cuánto tiempo más podré seguir manteniendo esta mentira.

Porque la verdad es que si hace algún curso de los del INEM, de los que se hacen prácticas de lunes a viernes y no te impiden salir los findes, o se hace futbolista del Madrid, o especula con una inmobiliaria, o trafica con drogas, o conoce un buen enchufe en algún ayuntamiento o consigue salir en Salsa Rosa, el día de mañana, cuando tenga la edad que tengo yo, será más feliz, tendrá más dinero y además, a diferencia de mí, habrá salido todos y cada uno de los viernes de su vida.

Claudio :: viernes, 23 de febrero de 2007 a las 12:06 a. m. :: 4 comentario(s)

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miércoles, 21 de febrero de 2007

Una historia

Al principio a Perseo le fastidió bastante que se le estropeara su reproductor de mp3; llevaba con él apenas 10 meses y el Media Marquet le cogía muy lejos, tendría que hacer transbordo y todo.
Como Perseo era muy positivo, pensó en que no había mal que por bien no viniera, y se acordó de que ya cuando adquirió el reproductor tuvo que ir a cambiarlo porque el cargador de la batería no funcionaba, e incluso hizo buenas migas con Magdalena, la chica que atendía en el servicio de información, y que le trató exquisitamente. Como compró el mp3 en una oferta de inauguración de la tienda, cuando fue a cambiar el cargador había una cola enorme, muy estresante para Magdalena, pero ella le siguió las bromas a Perseo y ni siquiera tuvo inconveniente en perder un poco de tiempo con él y su compañera, Diana, una rubia de enormes ojos azules y diadema de color rojo, a pesar de la cola que aún quedaba por atender.
Así fue que Perseo cogió el metro y se dirigió a la tienda a pasar el mal trago de tener que ir primero al servicio posventa, arreglar unos papeles, volver a entrar en tienda y elegir un nuevo producto y por fin dirigirse a la ventanilla de información; lo único que sin querer admitirlo, le ilusionaba a Perseo. Poder volver a ver a Magdalena y a Diana, la rubia de la diadema roja, y volver a bromear con ellas y su reproductor mp3. Ya estaba pensando en decirles que el reproductor iba perfectamente, pero que se había buscado una excusa para volver a verlas, a ver si así se reían...
Cuando llegó, 10 meses después de la inauguración, ya no había tanta gente. De hecho, como eran apenas las 4 y media de la tarde, en información sólo había una persona de espaldas atendiendo la máquina de revelar fotos. Perseo creyó reconocer a Diana, esbozó su sonrisa ensayada de momento "¡Sorpresa!" y esperó a que se diera la vuelta.

¡Sorpresa!

No era Diana, era una rubia igual de atractiva que ella, quizá rumana, según pudo adivinar por su acento al decir "¿Es para una devolución?"

-Sí... -Acertó a decir Perseo con la sonrisa súbitamente interrumpida.

A pesar de que todo salió bien, de que podría contar con su mp3 a tiempo para hacer aquel viaje, Perseo se quedó ya serio mientras aquella joven rumana arreglaba la documentación al otro lado del ordenador. No pudo resistirse y le preguntó por aquellas dos chicas a la joven rumana. Ésta, sonriendo y expresándose como pudo, le comentó que no conocía a Diana, pero que sí que recordaba a Magdalena, que fue ella quien le estuvo enseñando en sus primeros días en la tienda, hacía escasamente dos meses...
Y Perseo comprendió entonces; lo vio claramente y se lamentó de no haber sido suficientemente inteligente como para verlo antes.
No ver que diez meses era demasiado tiempo para que Magdalena siguiera trabajando en el Media Marquet.
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Pd. Ya sé cuál era el significado del sueño del post anterior. Por primera vez, he tenido un sueño que me avisaba de algo y... ¡No era malo! ¿Os acordáis de la amiga que salía en él y que hacía mucho que no veía? De hecho hacía casi 2 años, lo contaba aquí. Fue en Cádiz, en un hospital, y de forma totalmente accidental e imprevisible. Y hoy, de una forma igualmente casual e imprevisible (porque yo estaba donde no debía y a la hora que no debía) he vuelto a encontrarla en Sevilla, cerca del Parque de Maria Luisa. Pero esta vez ya estaba avisado... :)

Claudio :: miércoles, 21 de febrero de 2007 a las 8:31 p. m. :: 2 comentario(s)

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sábado, 17 de febrero de 2007

Sueño

En la noche del jueves al viernes, después de tapitas, vinito y visitar el nuevo estudio de un colega, tuve un sueño que dejó un tanto descolocado.
Bueno, no tanto si tenemos en cuenta que dio un repaso a gran parte de mis inquietudes actuales, pero en un lenguaje de sueños yo diría que hecho "a posta". Forzado.

Recuerdo que estaba en una especie de quiosco, como los que hay en Sevilla prefabricados para vender prensa. Tenía que irme a estudiar, se me hacía tarde, estaba inquieto por ello. Pero por otro lado, había muchísima gente a mi alrededor, mucho movimiento, y no quería dejar el coche solo porque había un camión pasando muy cerca y si no avisaba al conductor, iba a rayarlo.
En esta espera tan ansiosa (no quería irme porque iban a destrozar el coche, pero se me hacía tarde para estudiar), me senté en un escalón del quiosco, y llegó una amiga a la que hace mucho tiempo que no veo, con un novio (que ni siquiera sé si existe como tal). El caso es que me contaron que estaban trabajando, se habían comprado un pisito y estaban muy contentos. A continuación se fueron un poco más lejos, y se dejaron un montón de fotos y diapositivas de ellos mismos, que se hicieron el día que se instalaron en su nuevo piso. Ya sabéis, típicas autofotos, yo te hago una foto a ti, tú me la haces a mí... de una parejita... la mayoría movidas, descentradas o desenfocadas.
También recuerdo que alrededor de aquel quiosco había un grupo de personas sentadas en pupitres, en las típicas sillas que tienen un soporte (que gira verticalmente) al lado derecho para escribir, y que a las personas zurdas les jode cantidad. En las facultades e incluso en ciertos salones de actos las hay. Pues estas personas vestían traje y corbata, tecleaban en ordenadores portátiles, y reconocí claramente que estaban trabajando como si fuera en una oficina al aire libre, o quizá simplemente estaban allí para que yo los viera.
Todos estaban en silencio, pero uno de ellos, gordo, con corbata roja y gafas dijo:

-... pues mi primo trabaja en nosequé... ése sí que gana dinero... está forrao...

Y recuerdo que pensé que todos conocemos a alguien que gana mucho dinero, todos tenemos un "amigo" o un "amigo de un amigo" que ha pegado un pelotazo y está ganando dinero a espuertas, y parece que a la mayoría nos consuela que exista gente así; no es necesario ser uno de esos afortunados para sentir alivio, basta con saber que están ahí.

Lo último que recuerdo es que entonces pensé "al carajo", y dejé el coche abandonado a su suerte y me fui a estudiar. Al doblar la esquina, donde intuyo que aparecería la biblioteca donde había dejado los apuntes que me esperaban, me encontré a la parejita esta de las fotos y diapositivas. Estaban junto a una fábrica de colchones, donde había esparcidos y amontonados un montón de trozos de esponja y colchones sucios, viejos, y que seguían creciendo porque de una ventana seguían cayendo más y más. La pareja estaba sobre este montón de colchones sucios enrollándose, revolcándose en un arrebato de pasión (un calentón, vaya). Pensé en avisarles y decirles que se habían dejado las fotos en el quiosco, pero pasé, no quise interrumpirles y me fui a estudiar.

Claudio :: sábado, 17 de febrero de 2007 a las 4:42 p. m. :: 3 comentario(s)

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jueves, 15 de febrero de 2007

Terremoto

Para una vez que pasa algo interesante, y me Cádiz pasando la revisión al coche... Y es que ni se notó. Y por lo que cuenta mi hermano, aquí en el piso sí que se noto tela... Jo, una experiencia digna de vivir al menos una vez en la vida... que mala suerte joé...
Y cambiando totalmente de tema, otro temita que me parece muy positivo y me está alegrando en los últimos días: (Kate Ryan - Désenchantée)



Y, aunque parezca mentira, el tema me anima pero no va a ser por la letra precisamente, según muestra la cutre-traducción del francés made in Claudio:

Nadando en aguas turbulentas
pasan los días
esperando a que llegue el fin.
Flotar en el espeso aire
con nada
en lo que agarrarse.
Si debo caer
que la caída sea lenta.
No he hallado descanso
más que en la indiferencia.
Quisiera recobrar la inocencia
pero nada tiene sentido, nada funciona.

Todo es caótico
al límite.
Mis ideas: se quedan sólo en palabras.
Al borde del abismo.
Busco un amor
que me ayude.
Pertenezco
a una generación desilusionada
Desilusionada.

Quién puede impedirme
todo entendimiento
cuando la razón se desmorona.
Aquél a
quien pretenda
acunarnos en su seno:

Si la muerte es un misterio.
la vida no tiene sentido,
Si el cielo tiene su infierno
el cielo bien puede esperar.
Dime,
ante caminos tan opuestos cómo tomar uno,
si nada tiene sentido, nada funciona.

Todo es caótico...


Que vale que incluso está bien la letra e incluso es fácil identificarse con ella, pero yo creía que estaba desilusionada por una ruptura o algo así... con lo animada y positiva que suena la musiquilla...

Claudio :: jueves, 15 de febrero de 2007 a las 12:27 a. m. :: 1 comentario(s)

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sábado, 10 de febrero de 2007

Señales de vida

Incluso detrás de una sonrisa, del mejor momento que puedas vivir, puede manar una lágrima. Y detrás de esa lágrima seguro que hay una historia que la provocaFinalmente, 2 días después de enterrar a mi padre, retomé el último repaso a los apuntes y 3 días después sí que hice el examen. Evidentemente no se podía exigir mucho en la prueba dadas las circunstancias, más que nada lo hice ya por inercia, con ganas 0. Fue un examen bastante jodiente, poco común, del tipo de la gran follada de hace ya dos años. Sin embargo he de decir que como el año pasado, en el momento no fui consciente de que mis capacidades estuvieran mermadas, de hecho di el 100% y seguí con el protocolo de actuaciones previsto, incluso aumenté las dosis de pirulas para asegurar que harían su efecto desde días antes de la prueba. Para mí lo de mi padre no es excusa.
Al final, una vez más, se ha resuelto en un nuevo y rotundo fracaso (y ya van cuatro). Mi hermano ha jugado un mejor papel, pero también está fuera (y ya van cinco). Todo esto me ha hecho pensar varias cosas. La primera, que da igual lo que me prepare, no importa que planee la estrategia o el método de hacer el examen, ni que cuide tal o cual aspecto o detalles: al final en el examen no puedo llevarlas a cabo nunca, ya sea por torpeza, por falta de tiempo o por nervios. Resulta que año tras año, da igual que el examen sea fácil, difícil, que esté bien preparado, o mal, que haya estudiado mucho, o poco: sigo sacando siempre lo mismo, y es claramente insuficiente. Tampoco importa que cuide determinados detalles y compruebe en casa, a base de hacer simulacros, que realmente mejoro en esos aspectos: al final en el examen vuelven a relucir mis carencias, las mismas que en los simulacros parecen haber sido resueltas.
Es la primera vez que he visto claro que no sólo no soy uno de los elegidos, sino que además tengo claros indicios de que nunca lo seré. Es la primera vez que voy a volver a afrontar todo esto con la certeza de que no lo voy a conseguir nunca.
He pasado unas semanas realmente perdido, sin ganas de nada. Ni siquiera me he parado demasiado a pensar en lo que voy a hacer, porque es que por no apetecer, no me apetecía ni siquiera pensar, aún siendo una necesidad. Por ahora parece claro que, pese a esta certeza que ya se ha instalado en lo más profundo, voy a volver a intentarlo en exclusiva. No sé si será por tozudez o simplemente por inercia porque no me apetece tomar un papel activo con respecto a mi vida, porque a fin de cuentas las alternativas que tengo (nulas) son igual, si no más, de desesperanzadoras que ponerme a estudiar una vez más lo mismo con la certeza de no conseguirlo.
Ya estuve 2 años (dos) trabajando 43 horas semanales por un sueldo inferior a 800€ netos. Ésa es mi alternativa a pegarme un nuevo cabezazo contra el muro. Pero en estas semanas, en las que aparte de esta nueva certeza que parece que voy vislumbrando, también intuyo que la etapa en la que me puse a estudiar exclusivamente por conseguir un nuevo sueño (una vez desechado el antiguo, con todo el dolor del puto mundo), incluso he rebajado el precio por el que me vendería: ¿me ofreces un curro de 1800€ mensuales? No, ¿verdad?
Y es que efectivamente he vuelto a perder toda esperanza. Ahora ya no creo que exista nada que me pueda ayudar. Ni en el futuro, ni en la belleza, ni en nada. Con la certeza de que el trabajo de tu vida no está en infojobs. Con la certeza de que la mujer de tu vida no está ni en la tipa que baila en la pista de baile mientras te mira con lascivia, ni en la que esconde la cabeza tras el atril y los puntes del MIR en la biblioteca, ni en match.com (tus muertos), ni en la que se toma un café sola en la cafeta. Y la certeza de que no hay esperanza en que de repente te caiga la suerte del cielo, ni los millones ni una puta llamada de teléfono o un e-mail diciendo "Hola, me gusta lo que haces y cómo eres, te ofrezco la posibilidad de desarrollar tu creatividad".
Una amiga me dijo que ahora que hay alguien en el cielo vigilándome, quizá sería la ocasión en la que aprobaría el examen. Pero esas cosas sólo pasan en las películas.
Estos días he estado tremendamente negativo y desganado, como te estoy diciendo. No tenía ganas de escribir, tan sólo estaba bien si leía, si escuchaba música (de repente me acordé de esta canción: Dune-"Espiral" del año 93. La he escuchado mucho estos días:)



Lo único que realmente me ha salvado estos días ha sido, cómo no, la música. Mi música. Aunque me costaba ponerme, una vez que cargaba el proyecto en la RAM, me he llegado a pasar horas escribiendo. Y además he descubierto que si en vez de encender la luz de mi cuarto, enciendo el flexo y lo pongo junto al portátil, no me canso nunca y puedo estar más horas. Y al final he hecho de tripas corazón y he terminado de escribir un tema que empecé en octubre, si bien cuando lo inicié no tenía nada que ver con mi estado de ánimo actual. Aquí está, la he titulado precisamente "Señales de Vida".



Licencia de Creative Commons



Si quieres la puedes descargar aquí. Totalmente gratis, total...
Es lo más positivo que puedo ofrecer por el momento. Poco a poco estoy mejor, es cierto que lo que más me apetece es leer y escuchar música, y poco de tomar las riendas, pero ayer incluso me empezó a apetecer hacer algún viaje, y tengo concierto el próximo día 2. Lo de las clases tampoco salió, voy a poner otra vez carteles, intentaré coger más alumnos, y así pillo algo de pasta y me distraigo.
Y después, toca lo que toca, estar tranquilo, muy tranquilo, y volver a encerrarme con la Claudio's Symphonic Orchestra y seguir escribiendo...


Claudio :: sábado, 10 de febrero de 2007 a las 5:29 p. m. :: 5 comentario(s)

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