jueves, 24 de mayo de 2007

La tórtola


Hay una tórtola que todos los días a la hora de comer se posta en mi ventana, tranquilamente, y se queda allí en su particular ritual de serenata.
No hay nada que la perturbe, parece que realmente encuentra la tranquilidad con el hecho de sentirme por allí cerca haciendo la comida.
A veces apoya su cabecita en mi pecho, y creo que pronto me dejará que la acaricie. Me da que pensar... pero ¿no se da cuenta de que mi etapa de dar paseos por el parque como dos tortolitos ya los dejé atrás hace muchos años?

Claudio :: jueves, 24 de mayo de 2007 a las 11:14 p. m. :: 0 comentario(s)

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jueves, 17 de mayo de 2007

El Síndrome de Riley-Day

'Requiem Por Un Sueño' (Darren Aronofsky, 2000)Siempre se preguntó si era cierto lo que cuentan que pasa por tu cabeza cuando tu vida depende de un análisis. Y parecía que tenían razón. En el siempre aséptico pasillo del hospital, totalmente solo salvo algún celador moviendo camillas vacías de arriba a abajo, con ese olor tan característico...
No hay nada, salvo tus pensamientos. Imaginaba alternativamente los dos posibles desenlaces de aquella espera. ¿Qué ocurriría si le daban malas noticias? ¿Cómo se lo contaría a Betsabé? ¿Cómo decirle que todo acababa allí, así sin más? ¿Que no cabían esperanzas para seguir con aquello? Ya había pensado decirle que no se preocupara, que todo saldría bien; le diría que rehiciera su vida, él lo comprendería...

Ploc-Ploc

Otra camilla pasando por encima de esas franjas metálicas que cruzan todo el pasillo y rodean incluso las paredes y el techo. ¿Quién sabe para qué sirven esas chapas?

Bruuuuuuuummmmm.

El ascensor. Se disponía a iniciar una nueva revisión mental de cómo sería todo en el caso de que las noticias fueran buenas, pero no pudo. La enfermera se acercó para comunicarle que el doctor le estaba esperando. La suerte estaba echada, ya no había nada que hacer.
Entró en el despacho, le dio la mano al doctor y se sentó.

-Aquí tiene los resultados. Como ya le dijimos, este procedimiento es rutinario, y como sospechábamos, todo ha ido bien. El resultado ha sido negativo para Riley-Day.

Salió del despacho con la mirada perdida en el infinito, la cabeza gacha. Como si anduviera a cámara lenta y todo alrededor se moviera a ritmo frenético, ignorándole. Cuando hubo perdido de vista al doctor, no pudo más y se derrumbó sobre la pared; la mano en el rostro. Es cierto lo que dicen; ves pasar toda tu vida ante tus ojos en un instante cuando eres consciente de tu fin.

Estaba sano, no tenía Riley-Day.

Ahora pensaba en Betsabé, en lo que le diría. Lo que ya había pensado. Lo que luchó por ocultarle lo que le pasaba. La búsqueda de alternativas que le llevó a descuidarla tanto tiempo hasta que la verdad se hizo evidente.
Le diría que después de tantos años de luchar para encontrar una respuesta, otra alternativa, vio claro que la única forma de seguir junto a ella sería aceptando su propio destino; un destino repleto de dolor, angustia, incertidumbre y sufrimiento, de miedo a que un día ya no estuviera junto a él.
O eso, o sufrir el síndrome de Riley-Day, la enfermedad que te vuelve insensible al dolor.
La enfermedad que provoca la ausencia de lágrimas en el estímulo del llanto.

Claudio :: jueves, 17 de mayo de 2007 a las 7:56 p. m. :: 2 comentario(s)

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lunes, 14 de mayo de 2007

El dedo en la llaga o Las dudas que ofenden

¿Por qué una canción acaba por gustarnos? Ésa es una buena pregunta. He aquí un ejemplo. Este tema empezó a gustarme la primera vez que lo oí porque la música me parecía interesante; la típica de la ruta del bacalao de los 90. Después, cuando empieza a cantar la chica, ya no puedes hacer otra cosa que reirte. Te cachondeas un rato y ya está. Y la cosa es que acabas por tener en cuenta el tema, y a fuerza de revisarlo (o de reirte, qué más da...) pues al final no puedes pasar sin él.



Y por lo que se ve la canción tiene éxito, según puede verse aquí (segundo 52) la sala se viene abajo y todas las niñas corean al unísono cuando dice eso tan desgarrador de...

Si yu on'eschrit an yu guoc on bai
buar ai don guon tu güei mai chain...


Será por la música, por la letra, por esos pasos de aerobic incluidos en la coreografía... ¿quién sabe? Pero la cosa es que ya no puedo pasar ni un día sin ella. Todas las mañanas, a las 11 (que es cuando hago el descansito en la biblioteca) repito el ritual: Crítica de BSO en Radio 5 todo noticias+escuchar boletín informativo+cantar con el mp3...

Yu can jed mai lov, yu can jed
yu cinc not dat isi...


Y bueno ¿qué? tampoco es para tanto... que con un nivel mucho peor de inglés se puede llegar a 'gobernar' todo un país durante décadas...
Lo malo de esto de que nos gusten las cancioncillas de esta manera es que hay que tener cuidadín, no sea que nos pase como en el mejor anuncio de todos los tiempos...

A lo que íbamos. Veran vds. es que mi hermano mayor está de visita en el piso por un par de días ¿saben? Por cierto:

Primicia mundiar--> Voy a ser tito, mi tito Claudio me cede el testigo y ahora seré yo el nuevo Tito Claudio de la familia... y si es sobrinilla se llamará Claudia!!! (Que no hace falta ser reina para que pasen estas cosas...)<--Primicia mundiar
Total, que ayer saqué mi cama supletoria, esa que permanece bajo mi alcoba desde tiempos inmemoriales, para que duerma mi hermano un par de días.
El Tion, mi compi de piso, al verla me pregunta:

-Quillo Tion, ¿de dónde sale esa cama, Tion?
-Po na Tion, ésa es la cama que está debajo de la mía. Yo suelo sacarla
[la cama] cuando viene alguna chavalita a dormir y eso ¿jabe?

Y con toda la poca vergüenza me dice:

-Pero ¿la has usado alguna vez?

Claudio :: lunes, 14 de mayo de 2007 a las 8:54 p. m. :: 4 comentario(s)

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sábado, 5 de mayo de 2007

Estudios


El otro día leí esto en la prensa, y me quedé un rato pensando. Si es cierto que se han hecho estudios y se ha llegado a estas conclusiones, entonces va a ser que eterno conflicto entre hombres y mujeres va a ser por siempre inevitable, y su explicación va a estar en la pura biología.
Y sin embargo la raza humana seguirá perpetuándose...
Según estas conclusiones, tenemos explicación para que los tíos piquen piedra hasta lo indecible para conseguir copular, y una vez conseguida la cópula, tiendan a olvidarse para reiniciar otra conquista; lo que importa es sentirnos necesitados, y una vez conseguida la sensacion, ésta desaparece y es necesario buscar a otra individua que nos necesite, y así hasta el infinito. Es el "Prometer hasta meter, y una vez metido: olvidar lo prometido" o también conocido como "Es que todos los tíos son unos cabrones".
Pero bueno, ya sabemos que la culpa no es de nadie, simplemente de miles de años de evolución. También se da una explicación a conversaciones como:

Ella: Ay nene, estoy preocupada por Natalia. Hoy me la encontré cuando salí de la oficina, porque aproveché para pasarme por el Cortinglé antes de coger el autobús y coincidimos en la tienda de zapatos; resulta que me ha contado que últimamente está muy deprimida, porque de un tiempo a esta parte nota que Alberto está muy raro, como distante, parece que es otra persona y claro, ella cree que la culpa es de Fátima, que desde hace un tiempo coincide mucho con él en la mercería de su madre, desde que entraron a trabajar para resolver la bajada de ventas tan catastrófica, y como en el barrio todo el mundo sabe desde hace años que Fátima le daba a la heroína ende e chiquetita cuando se pasaba semanas desaparecida en el polígano, que yo no quiero decir nada, pero aunque toda la gente jura y perjura que ella se rehabilitó, yo eso no me lo creo porque el año pasado la vi desde el balcón y llevaba muy mala pinta, que ni se tenía en pie, y claro, Natalia piensa que Antonio tiene algo que ver con eso y a lo mejor le está ayudando a quitarse o cualquiera sabe si no la acompaña de vez en cuando al polígano también, que lo mismo, según dice ella, él también se está metiendo de tó, porque todos sabemos y si no yo te lo digo, que Antonio también le da a la coca...

Él: Ven aquí cari, tú no te preocupes, que seguro que es una falsa alarma, ya verás como no pasa nada, seguro que ellos están bien y centrados en su trabajo, y son imaginaciones de Natalia.
[...]
Oye cari, ¿quiénes son Natalia, Alberto, Fátima y Antonio? ¿Yo los conozco?

Claudio :: sábado, 5 de mayo de 2007 a las 12:42 p. m. :: 1 comentario(s)

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miércoles, 2 de mayo de 2007

Puedo escribir los versos más tristes esta noche...

...Y no precisamente porque Ella me la chupó quiso, a veces yo también la quería, porque de hecho ni siquiera hay "Ella" (aunque ahora que salgo en la radio y soy famoso se acumulan las proposiciones indecentes en mi e-mail, pero yo sigo firme a mis principios de ser soltero y entero :D ). La razón es simple y llanamente otra:
Hoy he vuelto a la biblioteca a estudiar.
Después de tres meses lo más alejado de los apuntes y la sala de estudio posible, cuesta ¿en? Los principios así siempre son difíciles (y lentos) pero vamos, ya estamos bastante fogueados en el asunto y sabemos de qué va la cosa. Hasta Julio o Agosto no le cojo yo el puntito bueno a eso de echarle horas de forma efectiva, precisamente cuando ya empiezo a ir también por las tardes y demás.
Qué bajón madrugar tanto, yo creo que es una de las cosas que más infelicidad me produce: madrugar para perder el tiempo (ya sea estudiar o trabajar), con lo productivo y la felicidad que produce seguir durmiendo hasta las 11...
Y encima lo de todos los años. Sigo leyendo en los foros las historias de las personas que aprueban el examen y es que no sé ni donde meterme. Gente que se presenta por primera vez, empieza a estudiar en agosto (no en mayo como yo), y del tirón saca a lo mejor la segunda plaza. Impresionante.
Y eso por no decir los que se la sacan simultaneando con un trabajo de 8 a 19h... ¿de dónde sacan el tiempo para estudiar? o mejor ¿una hora dura lo mismo desde su sistema de referencia con respecto a un reloj colocado en donde yo estoy? Porque vaya... que visto lo visto, estudiando ya cuatro años en exclusiva y no lo saco... no valgo ni pa estar escondío...
Así que hemos vuelto a poner los apuntes, el emepetrés y demás y... "Bienvenido al fascinante mundo de la Física Médica: Entendemos por Física Médica..."
El planing para este año:
La primera ocasión que estudié para las oposiciones lo hice sin abandonar mi trabajo precario de 9 a 7 de la tarde. Estudiaba a partir de las 8 (u 11, si tocaba gimnasio) hasta la 1 o 2 de la noche, y también aprovechaba los viernes por la tarde y fines de semana al completo. La cosa salió mal no sólo en el sentido académico, sino también moral y personal, por lo que decidí (en parte) dejar el trabajo el segundo año y dedicarme a estudiar sólamente, pensando que poder descansar y realmente dedicar horas de calidad al estudio (sin la presión de otros compromisos), disfrutar de los fines de semana de descanso, etc… mejorarían el resultado. Fue entonces también cuando me centré un poco en los contenidos que estudiaba, sobre todo haciendo hincapié en los exámenes de simulacro, me curré una aplicación en Visual Basic para generarlos aleatoriamente, una base de datos con todas las preguntas de los últimos 10 años (unas 2600 a mano)…
Como el resultado no mejoró, al tercer año me planteé estudiar del mismo modo pero tratar de mejorar más en los contenidos. Fue así como me centré un poco más en ser capaz de memorizar detalles y fórmulas que pocos se aprenden de memoria, busqué más apuntes, más libros, más problemas…
La cosa siguió sin mejorar y el cuarto año (el pasado) se me ocurrió que el tema de contenidos ya estaba saturado, que realmente tendría que mejorar capacidades natas que podían influir en el examen. Así que manteniendo el mismo ritmo de estudio, practiqué ejercicios de lectura; mejoré hasta en 100 palabras por minuto la velocidad de lectura; ejercicios de lectura comprensiva, el cálculo mental rápido y todos los braintrainings que pude… Resultado: menor nota de todas.
Con esto, este quinto año ya ni siquiera se me ocurría qué hacer. Realmente todos los flancos creo que están cubiertos, podría seguir estudiando en las mismas líneas, y seguramente volveré a fallar.
Lo único que se me ocurre es lo siguiente: por supuesto, seguir con los mismos apuntes y tratar de completar con libros los temas que creo que aún cojean. Seguir con ejercicios de aptitudes de lectura y agilidad mental. La clave quizás esté en el examen en sí. No consigo recrear al 100% las mismas condiciones del examen en los simulacros. Normalmente las preguntas de los simulacros no son desconocidas por mí al 100%, sino que están mezcladas. Eso es un problema, porque al controlar el tiempo en el simulacro, normalmente voy bien, y si mi retraso, al final siempre recupero el tiempo perdido, con el problema de que en el examen real trabajo con esa posibilidad en mente que al final no se cumple. Es decir, en el examen real, cuando me retraso, siempre pienso “bueno, ya me ha pasado otras veces, al final recuperaré” y claro… eso nunca pasa. En los simulacros nunca se me da el caso de ir realmente MAL de tiempo ni de tener que elegir entre arriesgarme, y en el examen real SIEMPRE, por lo que nunca soy capaz de afrontarlo bien. Así que al margen de toda la parafernalia, tengo que hacer simulacros con preguntas aún más desconocidas (esto es realmente difícil de conseguir) e igualando las condiciones de nerviosismo y falta de tiempo (esto es aún más difícil, pero ya se me ocurrirá algo). Lo mismo no sería mala idea hacer simulacros SÓLO en condiciones adversas, hacer ensayos de casos claramente imposibles (muchas preguntas difíciles en tiempos totalmente ridículos, quizá).
Así que con estas vamos este año. Sin esperanzas pero con ¿ganas?. Con incertidumbre. Y todo lo demás queda en manos de la Providencia…

Total, que a ver si poco a poco recupero un poco la ilusión por estudiar, porque ahora es totalmente cero, es más cabezonería y autoobligación que otra cosa. Ya ni siquiera esto me anima ¿Será que estoy madurando? (----!!)

Claudio :: miércoles, 2 de mayo de 2007 a las 8:34 p. m. :: 2 comentario(s)

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martes, 1 de mayo de 2007



Y no ze vayái a creé uhtede... que ahora que soy una famoso artista importante, que sale en los principales medios de comunicación del país, voy a dejar de escribir en el blog o a convertirme en un ser prepotente...
que vá, qué vá...
Sólo deciros que la formidable entrevista de la que hablaba en el post anterior ya está disponible para que os la bajéis a vuestro emepetrés y la escuchéis en modo ripit una y otra vez en la nueva página de La Male, concretamente en su programa número 22, aquí (próximamente dejaré un enlace en el menú de este blog, para que quede para la posteridad).
Una vez más agradecer a La Vecina esta oportunidad tan magnífica que me ha brindado de oír mi propia música radiada públicamente. Al final, como buena profesional que es, dicha entrevista le ha quedado fantástica, tanto que hasta da menos vergüenza ajena oirme, y eso tiene un mérito inconmensurable... :)
Y qué raro eso de escuchar mi propia música de fondo... :)
Así que ya sabéis, a escuchar todos los jueves a las 21h su pedaso de pograma en el 98.6 en Madriz o aquí por Internet, en cualquier punto del universo mundiar.

He aprovechado estos días para leer “La generación precaria” de Marta García. Con lo bueno que es el libro, y lo que me ha costado encontrarlo… En Sevilla ha sido imposible, no lo tenían ni en el Cortinglé, que ya es decir…
Y ganas que tenía de leerlo, me lo he ventilado en dos días. Había quien pensaba que al leer este libro me sentiría mejor (no en vano en algunas de las librerías en las que pregunté la obra estaba catalogada como de “autoayuda”, nada más lejos de la realidad), y que a lo mejor así se me quitarían estas tontas ideas de la cabeza… Es que no se puede ser tan gilipollas como yo, y pensar que es posible encontrar un trabajo en el que te paguen bien, estés un número de horas razonables (y si hay que echar horas extras o algún sábado que sea puntualmente y siempre muy bien remunerado) y que encima te haga sentir realizado como persona… Pues lo siento por esas personas que pensaban que ahora sería “realista” y aceptaría el hecho de que las cosas son como son, y que impepinablemente empezar a trabajar quiere decir ser submileurista (sí o sí), estar de 10 a 12 horas al día (sábados incluidos) y por supuesto seguir sin posibilidades de acceder a una vivienda ni a un proyecto de futuro en firme.
Ahora estoy más seguro de que hago lo correcto. Es verdad que las cosas son como son, pero la diferencia es simple y llanamente… que yo no entro en el juego. El que quiera seguir ese juego, el que diga “total, todo el mundo está igual”, el que diga “es que como no lo haga YA no lo haré nunca”, el que diga “ya vendrán tiempos mejores”, “menos da una piedra”, “al menos así salgo adelante” o “me compensa” pues yo lo respeto, pero simplemente no lo comparto, me respete él a mí o no.
Yo sé lo que soy, sé lo que valgo y sé de qué soy capaz y hasta que punto me puedo sacrificar. Sé que soy capaz de estar años estudiando del orden de las 10-12 horas diarias para sacarme la carrera o unas oposiciones, sacrificar fines de semana, juergas y noches de sexo y sé que soy capaz de fingir interés por un trabajo en el que me explotan y no se me valora sin que se note, como ya hice. Y no lo voy a hacer más.
Es así de simple: si quieres que trabaje para ti, convénceme de que lo que me ofreces merece que deje de estar hasta las 11 de la mañana en la cama, teniendo todo el día para mí, para leer, escribir, oír música o simplemente aprender a ser más y mejor persona. Porque si me vas a hacer trabajar 12 horas + horas extras por 1000€ brutos, no me compensa, así me vea durmiendo en la calle.
Total, que el magnífico libro de Marta García pone en pie estas y muchas otras ideas que se han ido forjando en mí y en tantos otro como yo durante estos últimos años, de una forma inteligente y muy bien documentada y cimentada, y por si fuera poco, de una forma amena, a veces irónica y divertida (a veces usando juegos de palabras y renombrando las cosas de maneras que todos hemos pensado alguna vez), y haciéndote identificar por completo con lo que lees. Y hace un repaso de varias facetas de nuestras vidas, en el aspecto cultural, ideológico y de modus vivendi en general de toda nuestra generación que es como es, en parte, debido a los tiempos que nos han tocado vivir. Yo al menos puedo firmar todas y cada una de las páginas del libro, y es liberador el hecho de saber que hay gente que piensa también como yo. Y que no soy peor persona por pensarlo. Repito: yo sé lo que valgo, no me lo tienen que decir otras personas, y menos aún: que uno que esté explotado me quiera convencer de que es la mejor opción para que se lo crea él mismo.

Claudio :: martes, 1 de mayo de 2007 a las 10:31 p. m. :: 5 comentario(s)

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