lunes, 24 de marzo de 2008

Ya no sé si es que no soy capaz de explicarme con la suficiente fluidez, no es fácil entenderme, o quizá una mezcla de los dos.
Resulta que yo, que soy el más tirado, el más animal, el que más se ve envuelto en la miseria e inmundicia de la Península Ibérica, soy el que con más facilidad se pone al nivel de los grandes para comprenderles, mientras que los grandes, los afortunados, los elegidos, todavía no son capaces de bajarse a mi nivel y comprenderme a mí; y no sólo no lo comprenden, sino que además quieren cambiarme.
Sé que es difícil, pero hay que hacer un ejercicio consistente en ponerse en el pellejo del otro, y darse cuenta de que tal como estoy, estoy bien. Estoy lo mejor posible dentro de las posibilidades que tengo actualmente, y por ahora no tengo interés en cambiar, a no ser que cambien las circunstancias externas; y en cuyo caso ya pensaré cómo amoldarme de la mejor forma a la nueva situación. No creo que sea tan difícil de entender. Y si no, considéralo un acto de fe y ya está. Tampoco me cierro a otras posibilidades, es sólo que ahora estoy acomodado en la mejor posible dentro de las circunstancias dadas, y para que pueda cambiar, antes deben cambiar las circunstancias, lo cual es 50% empujoncitos que yo pueda dar (o no) y 50% suerte o destino... pero déjame...
Y es que yo, para que me crea que alguien es feliz, basta con que me diga "soy feliz". Y ya está, y si sus circunstancias son distintas, pues pienso "claro, es que con esas circunstancias,
él ya es feliz así". Y es más, si sus circunstancias son diametralmente opuestas a las mías y sigue siendo feliz, pues pienso "ole, esas circunstancias
a él le hacen feliz" o simplemente "vale, algo se me escapa en su forma de ver las cosas, yo las veo de forma distinta, pero
a él le vale para ser feliz" y ya está... pero nunca trato de cambiar a la gente o hacerle ver que está equivocada, porque de hecho no lo está.
Lo que te hace feliz a ti, no tiene por qué hacerme feliz a mí, y ninguna de las dos formas de visión vital es mala, ni ninguna de las dos es buena, simplemente son distintas; la tuya es buena para ti y la mía es buena para mí...
En la fiesta por el nuevo contrato:
-¿Por qué no echas tú también el currículum?Cuando me presentan a su nueva novia:
-¿Y por qué no te echas novia?Cuando voy a una boda:
-¿Y tú para cuando? (Sin tener novia ni nada)
En el bautizo:
-¿Y tú cuándo te vas a animar?(Sin tener novia ni estar casado ni nada)
¿Ves la diferencia? ¿Qué ocurriría si yo me dedicara a entrar en los eventos diciendo...
¿Por qué no dejas el trabajo por otro donde te paguen más o no te exploten?
¿Por qué no le pones los cuernos a tu novia? Conozco unas pilinguis que seguro que se enrollan...
¿Por qué no te divorcias?
¿Por qué no abortas?
Claudio ::
lunes, 24 de marzo de 2008 a las 11:44 p. m. ::

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