martes, 25 de julio de 2006

No me gusta hablar de estas cosas, pero…

A raíz de uno de los post de la semana pasada, y de pasarme todo el fin de semana encogiéndome al ver las noticias, he estado pensando algo.
Pienso en la gente que hace 3 semanas podían tener una vida similar a la mía, con inquietudes más o menos igual a las mías. Me da igual que sean del sur del Líbano que del norte de Israel. Porque al final la historia es la misma, y los que mueren son muertos a fin de cuentas, y además son muertos que nada tienen que ver con los que lanzan los katiuska, ni con los soldados que son secuestrados, ni con los parias que les privan de la libertad, ni con los políticos que deciden iniciar la ofensiva armada.
Y digo que estas gentes, que a lo mejor hace 3 semanas su mayor preocupación podía ser encontrar un piso donde irse a vivir con su pareja, o un buen trabajo, o terminar sus estudios, de golpe y porrazo, sin poder evitarlo, quizá sin poder entender la razón de lo que está pasando ven como esos problemas son insignificantes, quizá ya en estas 3 semanas ni siquiera son capaces de explicar lo estúpidos que fueron pensando que “aquellos” eran “problemas”.
Porque ahora su inquietud más imperiosa puede ser cruzar la calle para encontrar comida o agua para su familia, o buscar un vehículo para iniciar el éxodo, o puede que encontrar a un familiar entre las ruinas de su propia casa.

Qué impotencia debe sentirse durante el llamado “ambiente prebélico” viendo venir lo que te espera y no poder hacer nada por evitarlo. Que otros (los que precisamente al final no sufrirán la destrucción de sus hogares ni familiares, el éxodo o las amputaciones) decidan que tu vida va a cambiar de esa manera tan radical para siempre, y con ella la de tantas miles de personas. Y que precisamente los que sí sufrirán la barbarie, sin poder hacer nada, sin ser escuchados, tan sólo tengan algo claro: que no quieren morir.

Pensaba también en las personas que tratan de cruzar la alambrada o los que son rescatados a la deriva en el mar y luego nadie quiere hacerse cargo de ellos, aunque sea de forma temporal.
Si yo pensaba la semana pasada en la suerte que tienen siempre los demás y me preguntaba “¿qué se sentirá siendo tan afortunado?” ¿qué no pensarán ellos al verme a mí? ¿No maldecirán también su mala suerte? ¿No la aceptarán con resignación como hago yo? ¿No se preguntarán al verme, al igual que hago yo con los demás, que qué se sentirá simplemente siendo tan afortunado de haber nacido al otro lado de la verja?

Pd. Y digo que no me gusta hablar de estas cosas porque haga lo que hagas siempre te quedará un discurso populista y demagógico, y no tengo necesidad de hacerlo. Y porque yo jamás aportaré posibles soluciones. Y porque cada día más, ODIO a los políticos y la puta política. No se salva ni uno solo.

Claudio :: martes, 25 de julio de 2006 a las 2:00 p. m. :: 1 comentario(s)

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sábado, 22 de julio de 2006

Y yo aquí

¿Sabes dónde me gustaría estar ahora?
Aquí.
Ya el año pasado me arañé la cara por no ir, y éste no te digo. Y pensar que mi amiga Almu es de Úbeda y seguro que podría echarme un cable... A ver si hay suerte, quizá el año que viene. O el otro. O puede que el siguiente...


Perdona cari, un lapsus. Quiero decir que ahora me gustaría estar contigo, a solas, en una playa tumbados dejando que la brisa y el sonido de las olas nos ayudara a dormirnos...
Dejándonos llevar por los pecados de la carne...

Claudio :: sábado, 22 de julio de 2006 a las 7:22 p. m. :: 2 comentario(s)

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viernes, 14 de julio de 2006

La capilla de todas las almas ( y III)

Al día siguiente, de nuevo madrugón espectacular para continuar adecuados al horario británico. De nuevo black coffee y mucha coke para remediarlo y listos. En eso del desayuno quizá debería haberme aventurado y probar lo único quizá digno de mención de la gastronomía británica. Pero qué quieres que te diga, me cuesta mucho meterme entre pecho y espalda un huevo frito con salchichas a las 8 de la mañana... Y no es que tuvieran mala pinta los full breakfast, a las 2 de la tarde no los habría perdonado. Quizá la próxima vez.
Pues bien, en esta ocasión empezaríamos la ruta en la Catedral de San Pablo, la catedral famosa donde se casaron el príncipe Carlos con Diana. Resumiendo: en cuanto entras, a la izquierda, La capilla de todas las Almas, donde puedes rezar un rato. Yo estuve sólo de pasada, mientras sacábamos las entradas, pero es cierto que en aquel momento había una pequeña misa. En la planta baja, se nota que el templo se usa a menudo como sala de concierto, con su coro, órgano y una acústica impresionante.
Tras subir 259 escalones, te acercas a la cúpula. En ella, digno de mención los impresionantes frescos pintados en ella (enormes) y la "Galería de los Susurros", que no es más que la base de la cúpula, donde por medio de unos orificios en la pared interconectados, puedes comunicarte con otra persona que se sitúe hasta a 32 metros...
Lo más interesante, a mi parecer, son las vistas de Londres que puedes divisar desde dos puntos: la Galería de Piedra (otros 378 escalones) y la Galería Dorada (530 escalones más). Además todo el camino está plagado de pasillos muy empinados y estrechos, muy chulos.
En cuanto a las vistas que ofrece la galería superior, es realmente impresionante (con lo que me gusta a mí eso) :)
Y no olvidemos que en la catedral hay varias obras de arte interesantes, así como tumbas de personajes insignes como el Almirante Nelson (el que nos la metió doblá en Trafalgar), el Duque de Wellington (vencedor en la batalla de Waterloo) o Christopher Wren, el arquitecto que diseñó la catedral en 1676. Y magníficos científicos como Alexander Fleming (descubridor de la Penicilina).
A continuación nos fuimos en busca del puente famoso, el Tower Bridge. Después tendríamos oportunidad de verlo mejor...
Y es que decidimos hacer una ruta turística en bus. Por un precio más o menos razonable teniendo en cuenta lo que es Londres, te permite hacer una ruta turística por toda la ciudad con guía (digital) incluída, y si quieres también puedes hacer un pequeño recorrido en un barquito por el Támesis.
Yo creo que fue una gran idea, porque así te enteras de pequeños detalles que de otro modo seguramente no te enterarías. Hicimos parada obligada en Buckingham Palace, para ver los típicos soldaditos de la guardia real haciendo los relevos y tal (muy gracioso) y el monumento dedicado a la Reina Victoria. De nuevo la predilección por las figuras doradas (también presentes alrededor del palacio, como ya conté) A mí la vista que más me gustó fue ésta, y en particular la parte señalada. Me pareció una figura muy poderosa, con el pelo cayendo sobre la cara con todo su cuerpo compungido... y como tendría oportunidad de descubrir aquella noche, muy reveladora...
Para los más frikis, estuvimos en el número 221B de Baker Street, allá donde la señora Hudson hospedó a Sherlock Holmes con su fiel amigo el Doctor Watson. Como sabréis, en esa dirección existe un museo dedicado al personaje de Arthur C. Doyle.
Después del atracón de información, vino muy bien el paseo por el Támesis, fresquitos y relajados, que el cansancio ya empezaba a hacer mella. Lo que más me sorprendió fue que a orillas del río hay algunas zonas así como "preparadas". Hay incluso algunas casas con puertas que dan hacia el río. Desconozco si habrá valientes que se bañen, pero desde luego tiene toda la pinta. Incluso vi un edificio que tenía una zodiac colgada...
Pues eso, el viajecito está chulo porque te permite ver estupendamente el London Bridge y el Tower Bridge, así como vistas poco usuales de la ciudad.
Ya cansados y habiendo visto todo aquello que más interés nos suscitaba, nos perdimos por algunos barrios castizos de la ciudad. Es curiosa la disposición de las casas más antiguas de la ciudad, con esos semisótanos tan típicos... cómo a pocos metros de distancia puedes ver un edificio centenario o una gran construcción de vanguardia.
Digno de mención: El barrio de Notting Hill, donde los sábados se ubica el mecadillo de antigüedades de Portobello Road. Si quieres antigüedades y recuerdos originales, éste es el lugar ideal.
Después de la caminata, las compras de regalitos y demás, se decidió cenar por asentimiento en un restaurante libanés llamado Beity. A mí, como me encanta la comida internacional, pues nada, estupendo. Realmente estupendo.
Estando en el restaurante, y ya de camino echándonos unas risas y unas fotos, lo típico, me asaltó una terrible duda. ¿Qué hacía un tipo impecablemente trajeado y engominado, solo, cenando en muy malas condiciones etílicas, con la cabeza entre los brazos, sobre la mesa? ¿Una ciudad como Londres, una noche como aquella, en la que todo el mundo rugía al son del partido de fútbol (el mundial)? Una postura que me recordó a aquella que había visto y que me gustó tanto de la estatua de la Reina Victoria frente al palacio de Buckingham...
Ninguno de mis interlocutores supo darme una razón. Pero yo lo tengo claro; incluso en una ciudad como Londres, los hombres son hombres, y ni siquiera el dinero, los trajes, la gomina o los restaurantes caros te salvan.
La razón tenía que ser una mujer :)

Después de cenar pasamos por un garito al que le eché el ojo la noche anterior, ya que salían de él sonidos de salsa y demás, y parecía que era un sitio típico de baile. Así que bajamos a echar un vistazo pero... (la madre que parío el furbo) estaba muerto. Nos contó el encargado que en efecto era una sala de baile, a la que solía acudir parejas entre las 11 y las 12, pero como había partido del mundial esa noche, la cosa se retrasaría... Así que en otra ocasión sería. Tenía yo interés por ver qué nivel de baile había por esos lares. Recuerdo que cuando empecé las clases de bailes de salón había algunas inglesas y alemanas, y nunca tuvieron fama de ser grandes bailarinas latinas...
Así que ¿qué lugar más típico que un pub? Cervecita, mesitas acogedoras con velitas (que inteligentemente inutilicé tratando de encenderla) la típica campanita... y a las 12 en la puta calle. Hay que decir que se estaba bien allí, la decoración y el ambiente era igualito igualito que cualquier pub irlandés de éstos que hay en nuestro país... ¿o es al revés?
Eso sí, aquí en España no cierran tan pronto, joder.

Pues sí, amiguitos, nuestro viaje ya tocaba a su irremediable fin. Tan sólo un tren, una despedida, una espera y un avión me separaban ya de Sevilla y mi monótono día a día. En la espera en el aeropuerto aproveché también para investigar en la gastronomía británica (sin comentarios) y para deshacerme de las monedas que no podría ya cambiar, también en las bebidas. Un recuerdo más.

Tras la despedida, una última cutreconversación in inglich con una amable señora que quería ponerse MI cinturón en el avión. Al menos fue simpática y me ofreció comida y bebida :)
Pero yo ya estaba demasiado cansado, así que apoyé mi cabeza entre las nubes y me dormí.

El límite de las islas británicas, a una altitud de unos 8000 m. A esta altura, el horizonte se aleja de ti de los 4 km habituales hasta los 320 Km, con lo que (casi) podrías ver Sevilla y Madrid a la vez. Seguramente lo más lejos del horizonte que estarás jamás.


Craso error. Estuve así cerca de 2 horas, con un lío ya de horarios y un sueño retrasado, con lo que me desperté con un dolor de cabeza que duró 3 días.
Al llegar al aeropuerto, cuando tropezaba con alguien se escapaba aún un "sorry", hasta la novena o décima vez que ya empiezas a acostumbrarte a decir de nuevo "perdona pisha".

Y al llegar a casa, un poco más envejecido, con más recuerdos en la maleta pero, como siempre tras un viaje, más persona que antes, abres el correo y los 52 mensajes sin leer te recuerdan que en tu ausencia todo sigue su curso, y que nada te espera ya a que vuelvas.

Pd-Agradecimientos. A mis compis de viaje. Uno por ser un máquina que hizo de estupendo guía, gracias al cual nos dio tiempo de ver todo lo que vimos y sin cuyos consejos a lo mejor estaría yo todavía en Liverpool Street tratando de llegar a Bayswater. Otro por ser un magnífico compi de habitación con quien eché unas risas estupendas. Y la última (y no por ello menos importante) por ser quien me propuso viajar a las tierras de Chespi.

Claudio :: viernes, 14 de julio de 2006 a las 5:27 p. m. :: 4 comentario(s)

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Creo que no fui capaz de expresar correctamente lo que pretendía en el anterior post. Y es algo que he tratado de expresar varias veces en otros tantos posts pero al final nunca lo consigo.
Quiero decir:
Veo como la vida de los demás evolucina, observo cambios (bastante razonables) por los cuales se supone que todo el mundo ha de pasar. Y cuando paso mucho tiempo aquí en Cádiz se acentúa, porque me encuentro por la calle a viejos amigos de la infancia y demás que hace mucho que no veía, y claro, los cambios son más bruscos.
Así, me encuentro a la super mito erótico de cuando yo era un niñato y me pasaba todo el verano en la playa y el paseo marítimo suspirando por las pandillitas de niñas criminales, a la que el tiempo tampoco perdona, o a aquella amiga, prima de un conocido, que según me contaba quería rollete cormigo pero no sé por qué la cosa no prosperó. Supongo que sería por mi pasividad... Y ahora pasea empujando el carrito de su hijo.
El otro día también me encontré a mi profesora de física del instituto, la que hizo que yo estudiara esa carrera. Ésa sí que no cambia (ningún profesor, en general, como magistralmente se retrató en Regreso al Futuro).

Pues eso, observo como la vida de los demás evoluciona, hay quien se casa, quien tiene hijos, quien se compra un pisito en no sé dónde, quien empieza a currar en más allá...
Sin embargo mi vida es muy estática, vamos, que prácticamente mi vida es igual ahora que hace 10 años... y tampoco es que tenga visos de cambiar en un futuro inmediato. Y tampoco es que piense que mi vida es peor, simplemente más estática. Y no sé, me desconcierta. Porque además todo el mundo me dice que a mí también me llegará la hora (hasta de casarme dicen, ingenuos). Y qué quieres que te diga: no lo veo.
Más bien me veo así, exactamente igual que ahora, por los siglos de los siglos...

Claudio :: a las 4:47 p. m. :: 4 comentario(s)

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miércoles, 12 de julio de 2006



Male Nude. Foto de Dylan Ricci
"Siempre son los demás los que mueren"
Marcel Duchamp (1887-1968) Pintor Francés.

Supongo que también os pasará a todos. A mí en particular, me pasa que en los últimos años se ha hecho muy frecuente eso de que alguien llegue y me dé buenas noticias del tipo:

-Quillo ¿te has enterado de que Fulanito deja la empresa? Pues sí, se ve que le han llamado de la Junta, llevaba años en la bolsa de trabajo y fíjate... pasa a mejor vida.

o

-Quillo ¿te has enterado de que Fulanita se va a Madrid? Pues sí, resulta que los días esos que estuvo desaparecida se fue a hacer el examen de nosequé y aprobó. Fíjate, ahora pasa a cobrar nosecuantos euros al mes, de 8 a 3 todos los días y bla bla bla

o

-Quillo ¿sabes que fulanito ha vuelto a Sevilla? Pues sí, resulta que estaba hasta los mismísimos del curro que tenía en nosedonde y se puso a buscar, y al cabrón le han contratado en una megaempresa que le paga tropecientos leuros al mes y el nota está encantado...


...Y así sucesivamente. Esta semana ha sido de ésas, con esto de las notas de las opos de secundaria... Vaya envidia. He estado haciendo estadística y parece que en general todos éstos que tienen una alegría de éstas en general se lo han currado bastante y al final se cumple eso de que "todo sacrificio tiene su recompensa". También observo que en general los 29-30 años es el intervalo de edad en la que se suele concentrar este tipo de eventos, y que casi ninguno se esperaba una noticia así (lo que no sé si sería sólo de puertas hacia fuera y por dentro si se lo tenían un poco creído).
Jo, pues yo nunca he sido el protagonista de una noticia así, y me pregunto si algún día lo seré. Que la gente al final piense "Joe con el Claudio, qué suerte ha tenido, qué envidia". Ya no digo que sea con aprobar mi (puto) examen, me basta con que me toque algo en un rifa, que me ofrezcan un megacurro superinteresante o que me propongan irme a vivir al extranjero por una buena causa, yo qué sé.
Y mejor no hablar del foro que se han montado los que han aprobado el FIR este año, contando poco a poco cómo son sus primeros días de residencia. Sentir ese acontecimiento tan cerca y a la vez tan inalcanzable. Ni cómo reconocer entre ellos a la tipa que me cruzaba hace años conmigo en la biblioteca, a la que de estrangis le saqué el nombre y apellidos de entre sus apuntes y le cotilleaba, en la sombra, sus notas en los tablones año tras año, deseando que aprobara...
Curioso que esa misma tipa, que nunca supo ni cómo me llamaba, la que me hacía sufrir con sus notas por lo que le costó aprobar Física General de primero, al final llegara tan lejos...

Claudio :: miércoles, 12 de julio de 2006 a las 11:42 p. m. :: 1 comentario(s)

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viernes, 7 de julio de 2006

La capilla de todas las almas (II)

Con eso de dormir tan pocas horas, dado que me había ido a la cama tarde y se hacía necesario amoldarse al horario británico más que nada por la comida, durante todo el viaje me di al black coffee, aunque eso no impidió lucir unas estupendas ojeras todo el rato, como luego quedaría bien patente en los testimonios gráficos del viaje.
¿Y qué crees que sería lo primero que iríamos a ver? Pues claro, el reloj famoso, el imponente Big Ben, el reloj en donde Willy Fog se dio cuenta de que aún estaba a tiempo de ganar su apuesta :)
Así que metro directo a Houses of Parliament sería nuestra primera parada. Nada más salir de la boca de metro, aparece imponentemente ese pedazo de bisharraco, hay que reconocer que impone, y ya empiezas a hacerte una idea del gusto por la ornamentación dorada que tienen los británicos (en el Big Ben, en los edificios, en numerosas estatuas, en las rejas de Buckingham Palace...) Después de las fotitos de rigor y tal, llegamos a una conclusión más o menos unánime: todos nos las esperábamos más alto y delgado. Manteniendo el mismo espesor, nos lo esperábamos con algunos metros más :)
Junto al Big Ben se encuentra la Abadía de Westminster, ahora de máxima actualidad por la peli del Código Da Vinci. De hecho pudían verse cartelitos y demás ofertas tales como "La ruta del Código" y cosas así, que eran visitas guiadas por Londres monotemáticas sobre el codigo. En fin.
El interior de la Abadía chula, pa que negarlo. Yo, como físico, me quedo sin duda con la tumba de Newton, a la que aunque estaba prohibido hacerlo, le tomé una fotografía de estrangis con el móvil; ser físico y no captar esa instantánea sí que me parecía un sacrilegio, que a fin de cuentas es Newton el que me da de comer :)
Curiosidades:
a) En su tumba, a modo de epitafio aparece el desarrollo de su famoso binomio (concretamente de orden m), y una inscripción que dice tal que así:
El binomio de Newton de grado m
"Aqui descansa
Sir ISAAC NEWTON, Caballero
que con fuerza mental casi divina
demostró el primero,
con su resplandeciente matematica,
los movimientos y figuras de los planetas,
los senderos de los cometas y el flujo y reflujo del Oceano.
Investigó cuidadosamente
las diferentes refrangibilidades de los rayos de luz
y las propiedades de los colores originados por aquellos.
Intérprete, laborioso, sagaz y fiel
de la Naturaleza, Antigüedad, y de la Santa Escritura
defendió en su Filosofia la Majestad del Todopoderoso
y manifestó en su conducta la sencillez del Evangelio.
Dad las gracias, mortales,
al que ha existido así, y tan grandemente como adorno de la raza humana.

Nació el 25 de diciembre de 1642; falleció el 20 de marzo de 1727. "

Pues eso, dad gracias, mortales.

b) En la peli del Código Da Vinci hay gran parte de ficción, como por ejemplo esta fotografía. Es imposible hacersela en la vida real, porque la parte frontal a la tumba de Newton está cerrada al público. Sólo puede visitarse por los laterales :)

En fin, que aparte de la arquitectura y el arte que hay en la abadía, también es digno de ver diversas placas conmemorativas en honor de insignes científicos, como Darwin, Joule o Stokes. Chiribitas que te hacen los ojos.
A continuación, visita a Trafalgar Square. Es una plaza donde, a modo de recochineo para cuando españolitos como nosotros vamos a Londres, se ubica un monumento en conmemoración de la auténtica paliza que le dieron a las tropas de Napoleón (bueno, más bien a borrachos, delincuentes, también niños y demás que pudo reclutar en las tabernas gaditanas allá por 1805, sin saber muy bien a dónde iban...) en la batalla del mismo nombre. Por desgracia (¿o no?) justo en aquel momento estaba tapada para ser restaurada, aunque los enormes leones que la flanquean se podían ver parcialmente. Bueno, al menos nos hicimos unas fotillos frente a las National Galleries, justo al lado.
Sin tiempo que perder, ponemos rumbo al barrio de Camden. Camden es una especie de mini guetto o barrio temático. Es algo así como un barrio donde se concentran las tiendas más extrañas y frikis del globo. Me contaron que era el sitio preferido para vivir los hippies. Hay tiendas muy llamativas, con grandes letreros y figuras en las fachadas. Hay muchísimos sitios donde hacerse tatuajes, piercings, comprar ropa de cuero... La cosa es que hay tiendas muy especializadas en alguna fricada: comics, ropa militar, ropa "hágaselo usted mismo", ropa con letreros cachondos, tiendas de madera (¿?), tienda de temática hip-hop, tienda de temática tecno, tienda de temática gótica, tienda de ropa asiática (¿?), tienda "encuentre su propio karma"... yo qué sé. También pudimos dar fe de la fiebre por los musicales. Musicales por todas partes.
También hay muchísimas tiendas de comida, de todos los lugares del mundo. Y además compiten en una lucha feroz; vas andando y te asaltan literalmente agarrándote por el brazo y pidiéndote que pruebes su comida. Nosotros de hecho comimos aquí. Yo me decidí por una oferta interesante: una mezcla de todo un poco de comida china. A mí me gustó bastante, aunque no pude comermelo todo (demasiada cantidad, leñe), y teniendo en cuenta lo caro que es Londres, nos salió muy bien de precio.
Por cierto, de día, vayas donde vayas, Londres huele a comida. En todas partes huele exquisitamente bien, pero eso: a viandas.
Por la tarde, tras una visita al Museo Británico para, sobre todo, hacernos unas fotos en la Piedra Rosetta (otra vez, nos la esperábamos más pequeñita, y sobre todo, con menos espesor...) y admirar la imponente biblioteca (ahí sí que se tiene que estudiar bien, je je), nos dedicamos a hacer visitas más o menos comerciales: Convent Garden (aquí también hay muchos artistas, mimos y demás actuando en la calle; nosotros estuvimos escuchando un ratín a un cuarteto de cuerda que además eran medio actores), Picadilly Circus (los paneles electrónicos de publicidad que han inspirado TODAS las ciudades futuristas en el cine) y Harrods, en Knightsbridge. Como simpáticamente me comentaron, Harrods es como aquí el Corte Inglés, pero más bestia (más pijo aún, quiero decir) no en vano el dueño de la criatura es el Mohamed Al-Fayed, el padre de Dodi, sí hombre, el que se mató con Lady Di...
Pues eso, es como un Cortinglé pero más pijo, más ostentoso y más grande. Hay de todo y muy caro, y te tienes que poner a los pies de las señoras de todo Dios y reiterarles el testimonio de su estimación más distinguida. Por supuesto las dependientas de las tiendas de ropa de las mejores marcas en vez de hacer entrevistas de trabajo, hacen un castrin... y la mayoría son rubias.
Ya cansados, fuimos pensando en la retirada. Un paseo por Hyde Park-Kensington Garden, un auténtico pulmón para la ciudad, tan grande que una vez dentro puedes dejar de ver la ciudad en todo el horizonte que te rodea. El lago artificial con sus patitos y todo y el imponente Royal Albert Hall (pedazo de auditorio inaugurado en 1871 y que cuenta con el órgano más grande de Inglaterra, por si no tenían bastante con el Gherkin :P ) y el Albert Memorial: una pedazo de estatua dorada en memoria del príncipe consorte Alberto que casó con la Reina Victoria y bla bla bla.
Así, acabamos cenando (previo marrón sugerencia de servidor) en un restaurante griego, bueno más bien un "Greek Taverna" que se llamaba Kalamaras. Ya que la comida británica no tiene tan buena fama, qué mejor que la abundante oferta en comida internacional. Yo creo que así siempre se acierta. Yo al menos lo disfruté como un enano.
Eso sí, nos atendió una camarera de Barcelona que nos trató muy bien, y pensándolo bien: en el desayuno en el hotel también nos atendió una española, y en donde desayunamos al día siguiente también, y cada dos por tres conversaciones en castellano a tu alrededor...
Si va a ser verdad que "El andalú hase farta..."

Pd. Fotos muy buenas de los sitios a los que hago referencia y muchos más, clasificados por zonas, aquí.

Claudio :: viernes, 7 de julio de 2006 a las 4:26 p. m. :: 2 comentario(s)

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domingo, 2 de julio de 2006

Un pequeño inciso

Eneko en '20 Minutos', 2-6-2006En la narración de mi viaje a Londres para contar un par de cosas importantes. Esta semana he retomado el ritmo de estudio güeno, güeno, güeno-güeno de verdad de mañana y tarde a razón de unas siete horas diarias, y entre eso y volver a casa para ponerme con la lectura rápida se me ha ido el tiempo sin poder escribir.
Pero sin duda próximamente proseguiré con el relato, que no cunda el pánico. Quiero hacerlo cuanto antes para que no se me olviden los detalles interesantes (y la verdad no sé de dónde sacaré el tiempo, por razones que aluego expondré).
A modo de pequeña pincelada, os contaré que a raíz de el post que escribió Ababol el domingo pasado, he podido comprobar una vez más que todas las sensaciones que se tienen, a su vez, ya poseen un nombre concreto; y resulta que por ser capaz de soñar consciente de que lo que me rodea es un sueño, soy un Onironauta.
Ya conté en una ocasión que mi mejor época onironauta fue en la infancia, pero que a medida que fui creciendo perdí esa capacidad. Sin embargo, a raíz de esto que expliqué aquí, y tal como dice wikipedia que es posible hacer(apuntado por Ababol), me dediqué a realizar ejercicios antes de acostarme para volver a convertirme en un onironauta. El caso es que tras unos 15 días haciendo ejercicios, en diciembre pasado volví a tener una segunda época dorada onironauta, en la que llegué a contar hasta 4 sueños onironaúticos a cada cual más fascinante. Hasta llegué a descubrir aspectos inéditos de mis sueños y de cómo es el proceso cognitivo en un sueño. En fin apasionante.
No sé muy bien por qué, (supongo que fue porque conseguí dejar de tener pesadillas) pero desde diciembre dejé de tener sueños así. Pero a raíz del post de Ababol, de nuevo me he propuesto conseguirlo, y llevo una semana haciendo ejercicios para tratar de convertirme en un onironauta más asiduo. Aún no lo he conseguido (supongo que como en diciembre necesitaré otra semana), pero sí es verdad que esta semana los sueños han sido más profundos y fáciles de recordar, y en concreto el miércoles estuve a punto de conseguirlo, porque me extrañé de que existiera una puerta cerca de mi casa que en la realidad no existe (sólo me faltó concluir con un "claro, es que esto es un sueño" que no llegó).
El caso es que hoy también he tenido un sueño muy nítido, y al final me he alegrado lo indecible de que aún no haya sido capaz de darme cuenta de que aquello era un sueño. He soñado que tenía visita (alguien que existe y a quien reconocí). Yo estaba en el dormitorio de mi hermano, en Cádiz, y ella entraba. Era de día. Hablaba conmigo y al rato cerraba con llave la puerta (pestillo que por cierto en la realidad no existe). Entonces se acercaba a mí y me besaba. Es lo bueno de los sueños, que a veces los sientes como reales. Y es que juro y perjuro que sentí la calidez de su boca, su aliento húmedo y la suavidad de su lengua, que movía muy lentamente acariciando mi lengua. Recuerdo que al poco de iniciar ese beso, los dos caímos de lado en la cama, sin apartar nuestras bocas entre ellas, ni deshacer nuestro abrazo. Para mí ese beso ha sido real, porque lo he sentido exactamente igual que si fuera real, al menos hasta que desperté, y me di cuenta que lo que sentía en mi boca no era más que mi férula, y que efectivamente estaba en la cama boca abajo, en la misma postura en la que caímos, que es en la que yo suelo dormir. Así que si hubiera sabido de antemano que aquello era un sueño, entonces nunca lo habría sentido como real, sino como eso: como un sueño. Hoy proseguiré con mis ejercicios a ver si consigo de nuevo convertirme en un onironauta de prestigio, pero ojalá que no lo consiga en sueños como éste.
Y por último decir que mañana regreso a Cádiz hasta Septiembre, como es tradición. De nuevo toca aislamiento total (de hecho los próximos 15 días, por otros motivos, van a ser de entrega total, así que es lo que toca). Espero poder sacar tiempo para seguir estando atento al correo, a los blogs que me interesan y para seguir escribiendo aquí, pero por desgracia no será con toda la asiduidad que me gustaría. Pero bueno, nunca se sabe. Lo mismo doy la sorpresa.
Pues eso, cuídense y los que tengan vacaciones, que la disfruten.

Pd. Curiosamente hoy, y sólo hoy, con la noche tan "movidita" que he tenido, al encender el teléfono por la mañana, me han llegado dos llamadas perdidas: una de un número oculto a las 4:15 de la madrugada y otro a las 7:20 de la mañana de un número que no es oculto pero sí desconocido (prefijo de Cádiz):
a) A veces me preguntan que por qué apago siempre el móvil por la noche. Ésta es la principal razón. Yo de noche duermo, y para las emergencias que me llamen al fijo (a veces, en ocasiones muy puntuales, también lo descuelgo)...
b) Es lo bueno de tener la conciencia tranquila: ni me he preocupado por la llamada, ni he investigado qué número es ni, por supuesto, he devuelto la llamada. Si alguien está interesado/a, que insista. Qué suerte tengo. En otra época, otro gallo me cantaría.

Claudio :: domingo, 2 de julio de 2006 a las 12:07 a. m. :: 3 comentario(s)

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